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El cuaderno de Chapu: "Todo resulta tan marciano que si Tamames saliera vestido de Dinki Winki, no le extrañaría a nadie"

El cuaderno de Chapu Apaolaza en La Brújula con sus notas políticas del día

ondacero.es

Madrid | 15.03.2023 23:35

Traigo que marzo cómo mayea. Aprovechando el buen tiempo, tomo refugio en Suiza como un evasor de esta Españita mía que me duele como por aquí. El Banco Nacional Suizo ha comunicado que va a rescatar la quiebra del Credit Suisse. Cómo te admiro, Suiza, tus montañas, tus quesos, tus relojes, tus chocolates. El bollo suizo, la guardia suiza, Heidi, la vaca Milka, la neutralidad y el petisuis, pero el principal banco se lo vendisteis a un saudí, ahí te cogí.

En el carajal de aquí, Mónica García ha pedido, muy decidida la dimisión del vicepresidente de la Comunidad de Madrid por cobrar el bono social de la luz. “Que dimita ahora mismo”, dice. Después le advierten que “Señora García, si su marido también lo cobra”. “Pues que dimita mi marido también”. Un día alguien pedirá la dimisión de sí mismo. Hay más belleza en la renuncia que en la consecución de las cosas.

Lo digo por Ramón Tamames, que ha compartido el discurso de la moción de censura con unos amiguetes y ahora lo tiene todo el mundo. Una de las bazas de la moción era el efecto sorpresa, pero la sorpresa se ha adelantado. En este país, la mejor manera de que algo le llegue a todo el mundo es advertir a alguien: “No se lo mandes a nadie”. El discurso tiene 32 páginas, pero aún no me lo he leído porque voy a esperar a la película. Tamames tenía que representar lo razonable frente a la locura sanchista. Ahora, todo resulta tan marciano que si Tamames saliera vestido de Dinki Winki, no le extrañaría a nadie.