El cuaderno de Chapu: Es mentira que el nacionalismo se cure viajando, y tampoco se cura de otra manera
El cuaderno de Chapu en La Brújula con sus notas del día
Traigo que fuman en pipa las alegres chicas del independentismo radical porque un policía se infiltró en su grupo pero bien infiltrado. Les decía cosas bonitas, les cortaba la Meridiana, les… Latorre, no vayas a hacer un chiste sobre que les sacaba la porra… Ni sobre piolín.
Bien, así que las ofendidas acusan al agente de agresión sexual por estar el consentimiento viciado al no saber ellas que el amante fuera español. Cuántos hombres han mentido queriendo parecer más ricos, más listos, más altos, más leídos y con más pelo… Vengo todo el día fabulando: El policial amante convertido en violento CDR de la Republiqueta intenta sincerarse ante su copera novia y en el fragor le confiesa: “Cariño, soy un madero español de la secreta” y ella le responde: “Sí, y yo soy Rocío Monasterio”.
El amante varón siempre se ha identificado con el delincuente, por eso en la cultura popular, la amada usa expresiones del tipo “Ven aquí, ladrón”, o acaso, truhán, qué bandido eres, y más que un insulto estamos ante un signo de complicidad que denota la cercanía del apareamiento.
En este caso, el ladrón era un hombre de la Ley y qué hombre. Han publicado las fotos del cuerpo policial y no veas, en Albacete han salido un grupo de mujeres a cortar la circunvalación, cantan Els Segadors con acento manchego y pide una pronta intervención policial del cuerpo de la secreta.
Nadie está contento con lo que tiene, en Cataluña las independentistas se quejan amargamente: España ene roba. Ena roba el corazón. Moraleja como de Marta García Aller: Es mentira que el nacionalismo se cure viajando, y tampoco se cura de otra manera.