Las inclemencias meteorológicas son uno de los principales temores para alguien que vive en la calle. La conciencia colectiva parece ser más sensible a las condiciones de vida de una persona sin hogar en medio de una nevada que bajo el sol abrasador de estos días. ¿Pero dónde refugiarse cuando el termómetro marca 41 grados a la sombra?
En Zaragoza hay algo más de 500 personas viviendo en la calle. Aunque algunos acuden a dormir al albergue municipal, la mayoría duerme en un colchón de baldosas y cartón.La trabajadora social de Cruz Roja, Cristina Marco, ha explicado que estos días siguen recorriendo la Ciudad para atender necesidades sencillas pero esenciales: repartir agua y zumos fríos para mantenerse hidratados o crema solar para evitar quemaduras solares.
Esta labor, que realizan de lunes a viernes, se extenderá durante todo el fin de semana ante la llegada de los días de más calor de este episodio extremo. Cristina Marco recuerda que las personas no tienen posibilidad de acceder a una piscina o a instalaciones donde se refrescarse. Algunos tienen problemas de movilidad y tienen más dificultades para cobijarse del sol. Además, se encuentran con numerosos casos de lipotimias que deben ser atendidos por los servicios sanitarios.