La crisis de la Sanidad Pública desde dentro: "El médico de familia dedica mucho tiempo a tareas burocráticas en las que no aporta valor"
La experta en economía de la salud, Beatriz González López-Valcárcel, analiza la situación de la Sanidad Pública en España y reflexiona sobre su futuro, qué papel desempeña la Sanidad Privada y por qué no se debe decir que hay fuga masiva de médicos desde España.
Madrid, Andalucía, Aragón, Cantabria, Cataluña, Extremadura. La Sanidad Pública está viviendo un invierno caliente de protestas, huelgas, paros y también mesas de negociación para resolver una situación que se ha vuelto insostenigle en buena parte de España. Listas de espera interminables, consultas con más pacientes al día de los que se pueden asumir, condiciones laborales precarias y falta de personal en servicios sobrecargados.
Estas son sólo algunas de las quejas de un sector que tres años después del inicio de la pandemia, ve cómo en lugar de reforzarse el sistema de salud público, se está tensionando cada vez más. ¿Es un problema de inversión y organización? ¿Realmente faltan profesionales? ¿Cuál es el futuro del servicio público de salud? En Por fin no es lunes abordamos este problema desde una perspectiva distinta gracias a la intervención de una investigadora en Economía de la Salud, la catedrática de la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, Beatriz González López Valcárcel, coautora del Estudio de 'Oferta y necesidad de especialistas médicos 2021-2035', que antes de la pandemia ya alertaba de una situación de riesgo en la Sanidad Pública española.
"El médico dedica gran parte de su tiempo a tareas burocráticas que no tendría que hacer"
Beatriz explica que el problema que existe en España es de recursos y de organización, de recursos porque "en Medicina de Familia faltan profesionales y aunque hubiera recursos económicos no se podrían contratar tantos como harían falta"; y de organización porque actualmente, los médicos están realizando tareas burocráticas que no tendrían por qué realizar y que, si asumiesen otros profesionales, se les liberaría para dedicarse a lo que tienen que hacer: atender y curar a sus pacientes.
"El médico, en una gran parte de su tiempo, se dedica a tareas en las que no aporta valor, no hace trabajo de médicos, sino burocrático que podría hacer otra persona del equipo y le quita tiempo para curar a sus pacientes, hablar con ellos, tener empatía. Medimos la actividad de los médicos de familia por el número de consultas que hacen al día, y eso es un disparate porque su trabajo es mucho más que eso. Contar la actividad como número de visitas que se hacen al día es un enfoque distorsionado y por el lado de la oferta. Lo que deberíamos hacer sería mirar más cuánto tiempo tiene que esperar una persona para acceder a su Médico de Familia, que debería ser instantáneo. Si se tarda 10 días en ver al médico, el sistema no está funcionando", asegura.
¿Qué papel juega la Sanidad Privada?
Según Beatriz, la solución va a pasar por reducir el número de pacientes que ve un médico de familia al día porque si la cosa se arreglara, "habría menos visitas al día ya que el médico se libraría de muchas consultas innecesarias que son burocráticas". Por eso hacen falta cambios organizativos en los equipos y la coordinación de la Atención Primaria. Pero mientras eso llega, hay un sistema al que debemos prestar atención: el privado. La falta de médicos de familia debilita al sistema en su conjunto ya que si no nos atiende nuestro médicos, terminamos en Urgencias saturándolas. ¿Qué papel juega aquí la Sanidad Privada?
El aseguramiento privado voluntario sustitutivo del público ha ido aumentando de forma continua en los últimos años, pero sigue siendo un fenómeno muy urbano, ya que mientras en Madrid, el 30% de las familias tienen un seguro privado, en los pueblos pequeños ese porcentaje es casi mínimo. El problema del aseguramiento privado es que "va en contra de una de las premisas del genoma del Sistema Nacional de Salud, que es cobertura universal y atención según necesidad y no según capacidad de pago": "El 60% de las familias que cobran más de 3.000 euros al mes tienen un seguro privado; las que cobran 1.000 o menos, el porcentaje es del 6%".
Por tanto, el reto principal ahora mismo es recuperar el prestigio de la Sanidad Pública porque "no se trata de quién provee el servicio (hospital público o privado), sino quién financia la profesión. Lo que atenta contra la filosofía de nuestro sistema es que tú tengas que pagar por esto. Si realmente te atiende un centro privado, pero que está concertado con el aseguramiento público y lo hace según tu necesidad, no hay problema".
¿Realmente hay fuga masiva de médicos en España?
No, de hecho, "España es un país importador de médicos, ya que cada año llegan en torno a 6.000 médicos sin título de especialista de países extracomunitarios, mientras se están yendo unos 400, así que el saldo es positivo". ¿Entonces, qué sucede? "Para irte fuera si eres médico que trabaja en España, tienes que pedir un certificado de idoneidad al Colegio de Médicos. Y este certificado se pide para ir a trabajar, para ir a hacer un curso de una semana, para irte con Médicos del Mundo un mes. Se pide por Internet en un momento y para cada país al que quizás te fueras tienes que pedir uno y te caduca a los tres meses. En resumen, en 2021 se pidieron 4.800 certificados, pero esto no quiere decir que se vayan a ir 4.800 porque algunos son duplicados. Al final, los que se dieron de baja en la Colegiación en España fueron 390 médicos, que es el dato relevante".
Por tanto, este tipo de mensajes de la fuga masiva de médicos calan mucho en la sociedad, pero en realidad hay que aferrarse a los datos para justificarlos, que dicen que "no hay una fuga masiva de médicos". ¿Hay médicos españoles que se van? "Sí, y no me parece malo. Pero el elefante en la habitación es que España es un país importador de médicos".