En qué fallaron las encuestas para no detectar la movilización de la izquierda
En las elecciones generales del 23 de julio la mayoría de encuestas cometieron errores demoscópicos al calcular el escenario político resultante. Con Ignacio Varela, Paco Marhuenda, Casimiro García-Abadillo, Marta García Aller y Rubén Amón comentamos los motivos de estos fallos.
La mayoría de las encuestas previas a las elecciones generales mostraban una victoria clara del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, sobre el PSOE de Pedro Sánchez y aseguraban que PP y Vox sumarían mayoría absoluta. Algo falló en sus estimaciones al no detectar la movilización de los votantes de izquierdas y el favorable resultado del Partido Socialista.
Con el escenario actual, a pesar de perder las elecciones, Pedro Sánchez tiene más opciones de formar gobierno que Feijóo -ganador con 136 diputados-, si consiguiese el apoyo de Sumar, Esquerra, Bildu, Junts y PNV.
Las encuestas han condicionado el comportamiento del PP
En 'Más de uno', Casimiro García-Abadillo considera que ese "error en la valoraciónha condicionado bastante la manera de comportarse del Partido Popular" porque los errores que cometía, como los pactos con Vox, no tenía coste demoscópico. Ese desenfoque de las encuestas, por tanto, ha condicionado determinadas decisiones de los partidos políticos durante la campaña electoral.
Otro escenario posible es que las encuestas no hayan detectado la elección de los votantes indecisos hasta el último momento. Así, la movilización de la izquierda de la última semana ha tenido su respectivo resultado.
Errores al leer los resultados de las encuestas
Para Ignacio Varela, el error demoscópico ocurrido en estas elecciones generales tiene que ver con "les pedimos a las encuestas cosas que van más allá de lo que pueden dar". Una encuesta lo que da es un porcentaje de votos que, sometido a la correspondiente corrección, da el porcentaje de votos que va a obtener cada partido.
Sin embargo, "nos hemos pasado toda la campaña hablando no de votos, sino de escaños", dice Varela. El hecho de proyectar escaños en 50 provincias a partir de una muestra de 1.000 entrevistas, donde en muchas provincias no se ha hecho ninguna encuesta o solamente una, "es una operación altamente artificial".
En este sentido, "nos hemos empeñado en que el resultado de la encuesta eran los escaños, pero no se trataba de eso. Eso era el resultado de una operación de laboratorio extremadamente sensible" y eso tiene que ver también con la presión que los medios de comunicación les metemos a las encuestadoras.
Ha habido una infraestimación del voto socialista y una sobreestimación del voto del PP
Sin duda, ha habido una fuerte desviación, "una infraestimación del voto socialista y una sobreestimación del voto del PP". Al final de la campaña electoral, todos los simpatizantes de los partidos 'Frankenstein' han votado en clave de bloque político, mientras que la derecha no.
El espejismo demoscópico propició la operación de "salvar al soldado Sánchez"
Si vemos los resultados, lo ocurrido es que el bloque de los partidos regionales, nacionalistas y territoriales han tenido la mitad de los votos que tuvieron hace 4 años. Esos votos han ido a parar al PSOE:
En definitiva, se ha producido "un espejismo demoscópico" que ha afectado a todos y, sobre todo, al PP, en el cual se ha dado por hecho que era inevitable el gobierno de Feijóo con Vox. A partir de ese momento, se ha producido un movimiento clarísimo de "salvar al soldado Sánchez" en toda la izquierda.
Nunca como ahora las encuestas han sido un factor tan decisivo en intención de voto
Eso explica que todos los socios de Sánchez en la pasada legislatura, excepto Bildu, hayan retrocedido y le hayan entregado votos al PSOE como maniobra del voto útil.
Ha funcionado la campaña del miedo de Sánchez
Por su parte, el director de 'La Razón', Paco Marhuenda, defiende que las encuestas "no es una ciencia" aunque manejen fórmulas y números. Ha habido una movilización del centro-derecha "incuestionable y potentísima", pero lo que ha ocurrido es que en determinadas circunscripciones, si Vox no se habría presentado, habría una mayoría clara del PP.
"El problema del PP es que no ha sido capaz de detectar que Sánchez ha hecho una campaña muy hábil del miedo a Vox, los fascismos y la ultraderecha", considera Marhuenda; "unas cosas absolutamente disparatadas, pero eso funciona".
Falta independencia en las encuestadoras
Marta García Aller hace una analogía con lo ocurrido durante la crisis del 2008 y cómo se puso el foco en las agencias de rating, que no anticiparon los riesgos financieros. Las encuestadoras "no son tan independientes como deberían ser si tienen afinidades y los partidos saben cuál es su encuestadora más afín, eso les hace perder independencia", asegura la periodista.
Para Varela, gran parte de la culpa recae en los medios de comunicación; "estamos empeñados en tener muchas encuestas y muy baratas, y una buena encuesta es un producto caro". Después de las elecciones del 28 de mayo se estableció un marco demoscópico por el cual el bloque de la derecha le iba a sacar una gran distancia al bloque de la izquierda y el PP le sacaría gran distancia al PSOE.
Estamos empeñados en tener muchas encuestas y muy baratas, y una buena encuesta es un producto caro
Eso no ha sido así porque "en el momento en que se ha consolidado y adquirido plena verosimilitud la hipótesis de un gobierno del PP con Vox, se ha producido un movimiento reactivo masivo en la izquierda".
Por tanto, el espejismo demoscópico ha determinado decisiones políticas y estratégicas, sobre todo por parte del PP, y ha producido decisiones de voto de ciudadanos. "Nunca como ahora las encuestas han sido un factor tan decisivo en intención de voto", sentencia Varela.