Marta García Aller: "Faltan recursos y sobran estigmas en la salud mental"
Marta García Aller reflexiona sobre el rap de la reina Letizia para visibilizar la importancia de la salud mental, uno de los problemas más importantes de nuestra sociedad.
Ayer la reina Letizia se puso a rapear. Lo hizo por la salud mental. Mejor dicho, lo hizo para que los medios prestáramos atención a la salud mental. Para que la escuchásemos. Y funcionó.
De no ser porque empezó su discurso rapeando unos versos del músico madrileño El Chojín, hoy ya no hablaríamos de la salud mental. El Día Mundial fue ayer, ayer era el día de recordar que más de un 60% de los jóvenes españoles sufre problemas psicológicos o psiquiátricos el último año y más de un 20% ha tenido ideas suicidas. Hoy ya no es el día de la Salud Mental, pero sigue siendo igual de difícil que ayer ir al psicólogo ni psiquiatra para quien no se lo puede pagar.
Si no hubiera tenido la reina la audacia y la valentía de entonar con más fuerza de la habitual esos versos de un rapero seguramente de su intervención la prensa se hubiera limitado a destacar que repetía vestido, que por lo visto es algo que a la prensa nos preocupa mucho que haga la reina. O que sus zapatos eran de Massimo Dutti y con tacón cómodo (‘kitten heel’ parece que se llaman). Habría más crónicas del estampado paisley y la falda plisada de la reina que de sus palabras, por necesaria que fuera su insistencia en la importancia de que haya tratamientos accesibles, universales y de calidad.
Y no es extraño que hable de algunos de los mayores problemas que tenemos como sociedad. Otras veces lo hace de la investigación contra el cáncer, las enfermedades raras o las personas con discapacidad. Pero la atención se pone en su estilismo. Esta vez la reina rapeó. Y la hemos escuchado.
Rapear ha servido para que escuchemos que faltan recursos y sobran estigmas en la salud mental. Está claro que la reina conoce bien cómo funcionan los medios. Lo que no sé es si los medios estamos permitiendo que se conozca bien a la reina.
¿Moraleja?
Después de escuchar a la reina rapera, hoy no me atrevo a rimar de cualquier manera.