El terrible testimonio de Fátima, la guía turística que huyó de Afganistán
En la sección En Igualdad con Cristina Villanueva, escuchamos la terrible experiencia de Fátima. Trabajaba como guía turística en Afganistán y tras la toma del país por los talibanes tuvo que buscar la forma de huir ya que temía por su vida
Imaginemos Afganistán dónde directamente ser libre está prohibido para las mujeres. Las que se manifiestan y van a la universidad saben perfectamente que no tendrán condiciones de igualdad. Hoy mismo les han prohibido hacer deporte porque es incompatible con la vestimenta.
Conocemos a Fátima, una chica afgana que trabajaba como guía turística. "Estaba presentando las cosas positivas de Afganistán al mundo desde la perspectiva de una mujer. Lo disfrutaba pero también era triste para mí. Al caminar con mis clientes la gente me miraba muy extrañada, como si hiciera algo incorrecto. Me insultaban, incluso los niños".
Fátima amaba su vida, escuchaba música, tenía organización y enseñaba a otras mujeres. Tenía 41 alumnas, les explicaba mi propia experiencia como guía. Estaban muy interesadas y alguna empezó a ser guía también. Disfrutaba mucho con lo que hacía y tenía esperanza en el futuro de las mujeres, yo misma cambié las ideas de mis familias".
Fátima tiene 23 años. En Kabul había una corriente más progresista en la que algunas mujeres trabajaba. Pero otra cosa era las zonas rurales con más pobreza. El país no estaba preparado para el cambio. "Cuando empecé a ser guía mi padre me dijo que estaba cavando mi propia tumba y me trató de convencer para que no lo fuera. Igual mi madre y mis hermanos que me decían que quería machacar el honor de la familia".
Ha podido recibir una educación, una de esas personas brillantes y que quiere brillar pero que se dio cuenta de que no puede amar Afganistán, "un país dónde mucha gente es feliz matando, limitando las creencias de las personas. Allí solo me puedo imaginar como una prisionera pero sin estar segura. Esperaba a que llamaran a mi casa para matarme. Soy una chica que lo ha perdido todo. Todo el trabajo que hice para las mujeres se ha convertido en nada".
Fátima consiguió salir del país y ahora se encuentra en una base militar en Italia. El día que cae Kabul llevaba un mes intentando escapar a Pakistán. "Estaba aterrada y en shock por lo rápido que pasó todo. No tenía dónde ir y mi corazón dejó de latir. Era como un cadáver que caminaba sin rumbo por las calles. Tenía miedo si me encontraban los talibanes lo que me podía pasar". Llegó al aeropuerto y allí estaban los talibanes. Pensó que le iban a matar. Acabaron sobornando a un talibán para que les dejara pasar. Pagaron 300 dólares.
"Tengo los mismos sueños ahora que cuando estaba en Afganistán. Me estoy adaptando a un nuevo país, será duro, pero seguro que podré adaptarme", reflexiona Fátima.