La Reunión de Alto Nivel entre España y Marruecos está dado más que hablar por la ausencia del rey Mohamed VI que por la imagen de cooperación que ambos países quieren transmitir.
Que el monarca alauita prefiriera continuar sus vacaciones en Gabón se está interpretando en la prensa como un desplante al Gobierno de España precisamente en el momento en el que más cesiones se han hecho al país vecino tras el cambio histórico en la tradicional política exterior respecto al Sáhara.
Esta situación ha producido desconcierto entre los ministros que han acudido a la cumbre, algo que escenificó el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. En un 'canutazo' con los periodistas enviados especiales a la cumbre, uno de los reporteros le preguntó si "sabían que estaba fuera de marruecos el rey".
El jefe de la diplomacia española se quedó bloqueado, en silencio y, tras un leve balbuceo, dijo "esto ya en off".
Poco después, ya con el argumentario interiorizado, Albares restó importancia a dicha ausencia y declaró ante los periodistas que ésta "es una reunión entre dos gobiernos, encabezados por el presidente del Gobierno y por el jefe de gobierno marroquí".