La Audiencia de Palma condena a 25 años de prisión al asesino del jacuzzi de Ciutadella
El tribunal consideró probado que el 18 de junio de 2018 drogó a su esposa con una sangría en la que le introdujo MDMA y luego la ahogó en un jacuzzi metiendo su cabeza bajo el agua
Menorca | 15.12.2022 07:14
La Audiencia de Palma ha condenado a 25 años de prisión al hombre acusado de asesinar en junio de 2018 a su mujer en Ciutadella con una dosis letal de MDMA que le dio con sangría y, seguidamente, ahogarla en un jacuzzi de una nave industrial para simular una muerte accidental. El hombre de 43 años y nacionalidad venezolana, que durante el interrogatorio en el juicio con jurado celebrado el pasado noviembre negó haber matado a su mujer, deberá indemnizar con 150.000 euros a los padres de la fallecida.
La sentencia confirma la decisión del jurado popular, que consideró que el hombre era culpable de asesinato. El tribunal consideró probado que el 18 de junio de 2018 drogó a su esposa con una sangría en la que le introdujo MDMA y luego la ahogó en un jacuzzi metiendo su cabeza bajo el agua. Además de la indemnización para los progenitores de la mujer, la Fiscalía y el Govern balear reiteraron su petición de 25 años de cárcel para el hombre, mientras que la defensa solicitó la mínima pena posible conforme a los hechos.
Los hechos juzgados se remontan al 18 de junio de 2018, si bien el encausado no fue arrestado hasta noviembre de 2019 ya que, en un principio, contó que había hallado a su mujer muerta en el jacuzzi de una nave industrial y que, aparentemente, se había quedado dormida, una versión que fue descartada por la Policía Nacional, que determinó que la muerte no había sido un accidente. Cuando la pareja se encontraba de madrugada en la nave industrial, el hombre se aprovechó que la mujer se estaba duchando y preparó en un vaso de sangría y mezcló una dosis potencialmente letal de MDMA, una droga que él solía consumir. A continuación, él arrastró su cuerpo hasta un jacuzzi e introdujo su cabeza para terminar de matarla. La mujer murió a causa de una parada cardiorrespiratoria provocada por una intoxicación de MDMA, si bien el desenlace se vio acelerado a causa de la sumersión en el jacuzzi.
En el recinto se encontraba una amiga de la víctima que no hizo nada por ayudarla ante el fuerte temor que le infundía el acusado. Esta testigo no ha declarado en el juicio ya que se encuentra en paradero desconocido. Ya en su país de origen, un policía intentó convencerla para que declarara por esta causa y dijo que "de ninguna manera". El acusado no cuenta con antecedentes en España, pero su país de origen había solicitado su extradición como presunto autor de la muerte de su pareja anterior, aunque la petición había sido denegada.