Fernando Ónega: "No sabemos cómo, pero el procés seguirá"
Lo que ha cambiado en el último año es que apareció el realismo. Hace un año, todavía quedaba la esperanza o el miedo de que el separatismo doblegara al Estado. Hoy esa esperanza forzada solo la representa Torra, que, en nombre del fugado Puigdemont, todavía habla de segar las cadenas y ejercer la autodeterminación, que son sus últimas palabras.
