Monólogo de Alsina: "Yo Yolanda on tour"
Carlos Alsina reflexiona en su monólogo sobre el nuevo proyecto político de Yolanda Díaz, 'Sumar', que estrena hoy en Madrid, con el que pretende liderar el Gobierno y reagrupar en torno a su marca a los grupos políticos que están a la izquierda del PSOE.
Madrid | 08.07.2022 08:51
En puertas del segundo fin de semana de julio. Podría haber sido un domingo de tenis viendo ganar otro título más a Nadal, pero no será. La máquina de tumbar adversarios aunque lo parezca, no es una máquina. Es un ser humano con averías que se plantea las opciones que tiene, valora lo que está en juego -lo que puede ganar, lo que puede perder- y toma una decisión.
Nadal dice 'hasta aquí'
Con la lesión que ahora sufre no ve posible ganar Wimbledon y, por el contrario, sí ve probable tener que estar en el dique seco unos cuantos meses. Pros y contras. Nadal no es un kamikaze ni un loco. Piensa, sopesa y esta vez sí ha dicho ‘hasta aquí’. Precisamente porque aún no quiere retirarse del todo. No de este torneo sino de la competición profesional.
Como venimos contando desde las seis de la mañana, de las dos renuncias que se anunciaron ayer en Londres, ésta, la de Nadal, es la que ha dolido a cientos de miles de seguidores.
La rendición de Boris Johnson y relevo en diferido
La otra, la de Boris Johnson, no consta que le haya dolido enormemente a nadie. Como el propio dimisionario admitió.
Sé que habrá mucha gente aliviada y, quizá, algunas personas decepcionadas. Quizá. Sin mucha convicción. Lo de Johnson más que renuncia es rendición. Se encastilló el miércoles en su residencia oficial a sabiendas de que Downing Street tiene poco de castillo. Es una casa modesta con un montón de oficinas de las que entra y sale gente todo el tiempo. De hecho, ya es tradición que entren y salgan primeros ministros a razón de uno cada tres años.
El país no puede quedarse sin primer ministro. Hasta entonces seguirá Boris con una mano atada a la espalda. Pero en el cargo
Es rendición y relevo en diferido. Porque ayer, por fin, entregó su cabeza. Pero los cabecillas de la revuelta interna que lo ha descabalgado no pueden clavarla de una pica en la Torre de Londres porque el país no puede quedarse sin primer ministro. Y el procedimiento para buscarle relevo pasa por una especie de liguilla interna en la que empiezan compitiendo todos los que tengan aspiraciones y va haciéndose la criba ronda a ronda. Al final, sólo puede quedar uno. O una. Pero para ese final quedan muchas semanas. Y hasta entonces seguirá Boris con una mano atada a la espalda. Pero en el cargo.
Hoy cabe preguntarse -luego lo haremos en la tertulia- si el hundimiento de Johnson es un signo del ocaso del populismo o es que ahora el populismo está tan presente en todos los líderes que es difícil saber quién es signo de qué. Y ya que estamos en el segundo día de sanfermines, mire qué homenaje le hizo ayer, sin querer, a la fiesta de Pamplona, los cabestros y las reses bravas.
Cabe preguntarse si el hundimiento de Johnson es un signo del ocaso del populismo
El instinto de rebaño es poderoso y cuando la manada se mueve, se mueve. Así describe lo que les ha pasado a sus diputados en el Parlamento de Westminster. Efecto contagio. Todos han acabado yendo detrás de quienes lideraban la operación acabemos con el del pelo amarillo.
Póngase usted en situación. Lo que le ha pasado a Johnson es como si aquí el grupo parlamentario del PSOE le hiciera una moción de censura a Sánchez para tumbarlo y cambiar de presidente. Bueno, no se ponga en situación porque es imposible que en España pasara nunca semejante cosa.
Lo más parecido a lo de Boris fue lo que le pasó a Pablo Casado. Pero es que Casado no era presidente del Gobierno. Aunque a ratos ya se viera siéndolo.
Día de estreno: Yo Yolanda on tour
Día de estreno, el de hoy, para una veterana de la política patria. Yo Yolanda on tour. Girando por España para ser escuchada. Llegó el día de empezar a saber en qué consiste el famoso proceso de escucha.
‘Matadero’ es el antiguo matadero municipal de Madrid, que fue lugar de sacrificio del ganado hasta los años setenta, creo. Lo digo porque habrá quien diga qué ojo para elegir el sitio donde dar a luz un proyecto político, vamos al matadero. Ahora está destinado a la creación. Y en ese sentido, encaja mucho mejor.
Cuando dice estáis todas invitadas y podremos estar todas juntas no está pensando ni en Belarra ni en Irene Montero.
Esto que hemos escuchado es el vídeo que Díaz ha publicado en las redes sociales. Destinado al público en general. Quiero decir que cuando dice estáis todas invitadas y podremos estar todas juntas no está pensando ni en Belarra ni en Irene Montero. Ni en Nadia Calviño.
Sin duda porque a sus colegas de gabinete ya las tiene sobradamente escuchadas. Y porque el hecho que sea Calviño quien esté aplicándole el desfibrilador al pacto de rentas no debe interpretarse como una pérdida de peso de la ministra de Trabajo, según nos dijo aquí la propia ministra de Economía.
La marca política que hoy se lanza, aunque oficialmente se llame Sumar, en realidad se llama Yolanda
La marca política que hoy se lanza, aunque oficialmente se llame Sumar, en realidad se llama Yolanda. Y tiene prometido la vicepresidenta que va a ser algo nuevo, distinto de todo lo que ha habido hasta ahora y alejado de la política tradicional y de las siglas. No es poca cosa.
Díaz es una veterana de la política de partidos
Interés tiene saber en qué se acaba traduciendo todo eso. Y experiencia también tiene. Díaz ya es una veterana de política y de la política de partidos. A la velocidad a la que ahora caducan los liderazgos, permanecer quince años en la actividad política -del ayuntamiento de Ferrol a la vicepresidencia del Gobierno de España- es un hito.
Qué ocurrirá con este no partido político que ha fundado Yolanda Díaz no lo sabe ni Iván Redondo, que es el más osado de nuestros augures. De grandes expectativas está el cementerio de la política española lleno, pero de lo contrario también: proyectos que parecían el cuento de la lechera y que, sin embargo, prosperaron y crecieron con solidea.
El listón lo tiene alto Yolanda Díaz. Sobre las ruinas de Podemos empieza a construir hoy su nueva casa
La única manera de llegar a saber cual de las dos cosas será lo de Yolanda Díaz es que, de una vez, se ponga en marcha. Sin disimular a lo que aspira y concretando cómo pretende hacerlo. A lo que aspira es a liderar el Gobierno de este país: no hay una sola razón para camuflar una intención tan legítima. A lo que aspira es a reunir en torno a sí a grupos ya organizados, colectivos, coaliciones, asociaciones, marcas regionales que están a la izquierda del PSOE y que en otros tiempos -no hace tanto, ocho años- se ilusionaron en torno a otra marca, Podemos, y otro liderazgo, el de Pablo Iglesias.
Aquel proyecto llegó a tener cinco millones de votos en este país. El 21% del electorado en 2016. Setenta y un escaños. El listón lo tiene alto. Sobre las ruinas de Podemos empieza a construir hoy su nueva casa.