Estos serán los invitados a la investidura de Donald Trump: de Santiago Abascal a Giorgia Meloni
Donald Trump regresa a la Casa Blanca con una agenda polarizadora y decisiones controvertidas. Su toma de posesión contará con una lista selecta de líderes internacionales que reflejan su visión política y sus alianzas estratégicas.
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Madrid |
El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, tras su salida en 2021, representa mucho más que un cambio de administración; simboliza una segunda oportunidad para consolidar una visión política que marcó profundamente a los Estados Unidos y al mundo. Después de una tumultuosa primera presidencia, el exmandatario logró superar a Kamala Harris en las elecciones de noviembre de 2024, reivindicando su lugar en la política estadounidense. Este retorno se da en un contexto de polarización creciente, tensiones sociales y desafíos globales que exigirán respuestas inmediatas desde el primer día de su segundo mandato.
Así, el magnate neoyorquino toma posesión este lunes, 20 de enero de 2025, en un momento en que Estados Unidos se enfrenta a una sociedad dividida, con líneas de fractura que atraviesan cuestiones como la economía, el racismo sistémico, la inmigración y la política exterior.
Entre sus propuestas más polémicas, destaca su intención de deportar masivamente a los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país y su plan para cerrar la frontera con México. También ha propuesto vetar las cirugías de afirmación de género en menores de edad, así como impedir la participación de mujeres trans en competiciones deportivas femeninas.
En política internacional, Trump ha renovado su interés en territorios estratégicos como Groenlandia y el canal de Panamá, buscando reforzar la influencia de Estados Unidos en estas áreas. Estas decisiones polarizan aún más su retorno al poder, siendo objeto de críticas, tanto a nivel nacional como internacional.
En este contexto, la toma de posesión de Trump será acompañada por una diversidad de invitados, entre los que destacan figuras internacionales de distintas corrientes ideológicas: desde líderes europeos hasta presidentes latinoamericanos, que representan una gama de perspectivas políticas que reflejan la polarización interna y las alianzas internacionales del nuevo gobierno. Este mosaico de asistentes resalta cómo Trump busca ampliar su base de apoyo en momentos de incertidumbre global, desafiando así las tradiciones establecidas en ceremonias previas.
Santiago Abascal y su polémica presencia en la investidura de Donald Trump
Santiago Abascal, líder del partido político Vox, será uno de los asistentes internacionales a la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Abascal ha sido invitado en su condición de presidente del partido europeo Patriotas, una coalición que agrupa a movimientos de extrema derecha de varios países, como Marine Le Pen (Agrupación Nacional), Matteo Salvini (La Liga), y otros líderes populistas europeos.
El líder de Vox ha sido una figura polémica en la política española, conocido por sus declaraciones críticas sobre temas como inmigración, soberanía nacional, y la defensa de valores tradicionales en una sociedad cada vez más diversa y multicultural. Abascal ha utilizado su plataforma para cuestionar las políticas progresistas de la Unión Europea, acusando a las instituciones de socavar la soberanía nacional y promover una agenda multicultural que, según él, "desvirtúa los valores tradicionales europeos".
Además de su participación en la ceremonia de Trump, Abascal ha estado en el centro de diversas controversias tanto a nivel nacional como internacional. Recientemente, comparó al presidente venezolano Nicolás Maduro con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, asegurando que el gobierno de Pedro Sánchez solo quedaba "alineado" con gobiernos autoritarios o instituciones europeas supuestamente antidemocráticas.
Trump, por su parte, ha optado por invitar a figuras internacionales que comparten una ideología más cercana a la suya, como líderes de la extrema derecha o populistas que cuestionan la globalización y las políticas progresistas. Abascal es uno de los representantes de esta corriente que buscará fortalecer su presencia en eventos internacionales clave como la investidura del próximo presidente estadounidense, lo que genera un fuerte debate sobre el papel de estos líderes en el escenario global.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha restado importancia a esta invitación, y ha asegurado que la participación de Abascal es meramente personal y no representa una postura oficial del Gobierno español. Según ha precisado, España estará representada por la embajadora en Washington, Ángeles Moreno Bau, como en ocasiones anteriores, puesto que en las tomas de posesión en Estados Unidos las invitaciones no suelen ser a jefes de Estado o de Gobierno sino "a nivel personal", ha añadido Albares.
¿Por qué Donald Trump ha ignorado a Pedro Sánchez para su investidura?
Donald Trump ha decidido no invitar al presidente español, Pedro Sánchez, a su toma de posesión, una decisión que refleja las profundas diferencias ideológicas y políticas entre ambos líderes. Estas diferencias se manifiestan en una amplia gama de cuestiones clave, entre las que destacan:
- Política económica y fiscal: mientras que Sánchez defiende una agenda progresista que promueve una mayor inversión en bienestar social, educación y políticas medioambientales, Trump mantiene una postura más conservadora y enfocada en la reducción del gasto público, la reducción de impuestos y una menor intervención estatal en la economía. El expresidente ha priorizado la eliminación de regulaciones y el fomento del libre mercado, aspectos que chocan con la visión socialista y expansiva de Pedro Sánchez.
- Inmigración: Trump ha adoptado una postura dura y restrictiva en materia de inmigración, promoviendo políticas de deportaciones masivas y el fortalecimiento de la frontera con México. En contraste, Sánchez ha defendido una política migratoria más inclusiva y humanitaria, abogando por un enfoque basado en la acogida, la integración y el respeto de los derechos humanos de los inmigrantes, especialmente en contextos vulnerables.
- Cambio climático: Pedro Sánchez ha sido un ferviente defensor del Acuerdo de París y ha promovido medidas ambiciosas para combatir el cambio climático, como la transición hacia energías renovables y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, por ejemplo, en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (2023-2030) o la Estrategia de Descarbonización a 2050, entre otras estrategias en vigor actualmente. El neoyorquino, por otro lado, adoptó posturas escépticas sobre el cambio climático durante su mandato anterior, mostrando reticencias hacia los acuerdos internacionales y priorizando el uso de combustibles fósiles.
- Relaciones internacionales: mientras Sánchez ha buscado fortalecer la cooperación multilateral y la integración europea, Trump ha adoptado una perspectiva más aislacionista y unilateral, priorizando los intereses nacionales y cuestionando las alianzas tradicionales con organizaciones como la Unión Europea y la OTAN.
- Derechos sociales y de género: en el ámbito social, el presidente español ha defendido políticas progresistas en favor de la igualdad de género, derechos LGTBI y la inclusión en el ámbito laboral. Trump, por su parte, ha mostrado una postura más tradicionalista en estos temas, cuestionando y limitando ciertos derechos, como en el caso de las mujeres trans en competiciones deportivas o las cirugías de afirmación de género.
Líderes internacionales en la órbita de Trump
Entre los nombres más destacados en la lista de invitados de Donald Trump se encuentran Viktor Orbán, el controvertido primer ministro de Hungría, conocido por su enfoque autocrático y euroscéptico, y Giorgia Meloni, líder del partido ultraderechista italiano Fratelli d’Italia. Ambos líderes han promovido una agenda política similar a la de Donald Trump, enfocada en temas migratorios, soberanía nacional y políticas conservadoras.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro también ha sido invitado a la ceremonia, a pesar de las investigaciones en curso sobre su implicación en el intento de golpe de Estado en Brasil. Bolsonaro ha solicitado autorización para viajar a Estados Unidos con el objetivo de asistir a este evento que simboliza la reconfiguración de las alianzas internacionales más allá de las convenciones tradicionales.
Además de los líderes europeos y latinoamericanos, Trump ha extendido invitaciones a figuras como Nigel Farage, el euroescéptico británico que fue una de las voces más influyentes en el proceso del Brexit, y Éric Zemmour, líder del partido Reconquista en Francia, otro destacado defensor de políticas conservadoras y anti-inmigración.
Desde América Latina, además de Jair Bolsonaro, también ha sido invitado Nayib Bukele, presidente de El Salvador, quien ha mantenido una postura firme en temas de seguridad, gestión económica y soberanía. A esta lista se suma Daniel Noboa, presidente de Ecuador, quien ha adoptado un enfoque populista y nacionalista alineado con las propuestas de Trump en cuanto a la gestión económica y la seguridad nacional.
Javier Milei, presidente de Argentina, se suma a esta corriente de líderes populistas que buscan reforzar sus posturas en temas de mercado libre, reducción del gasto público y políticas menos intervencionistas. Milei ha demostrado ser un firme defensor de la libertad económica, coincidiendo en gran medida con las propuestas de Trump respecto a la minimización de regulaciones y la disminución de la influencia gubernamental en los asuntos internos.
El estadounidense también ha extendido una invitación al presidente chino Xi Jinping, aunque su presencia es poco probable debido a la postura restrictiva del mandatario chino respecto a sus desplazamientos internacionales en los últimos años.
Ruptura con la tradición: la elección de líderes internacionales en la toma de posesión de Trump
Donald Trump ha optado por romper con la tradición al invitar a líderes internacionales afines a su ideología, en lugar de seguir la práctica establecida de incluir únicamente embajadores o figuras diplomáticas en la toma de posesión presidencial.
Esta decisión refleja su estrategia de consolidar una base de apoyo más amplia y diversa, incorporando figuras políticas que comparten su enfoque populista y nacionalista. A través de esta táctica, Trump busca mostrar una postura más decidida y alineada con su visión de un liderazgo global que desafía las normas establecidas, promoviendo una agenda de confrontación ideológica en temas como la inmigración, el comercio y la soberanía nacional.
Al invitar a líderes como Viktor Orbán, Giorgia Meloni y Jair Bolsonaro, Trump refuerza su mensaje de ruptura con las élites tradicionales y su compromiso con un enfoque más directo y polarizador en la política internacional.