La subida de precios disminuye el consumo de frutas y verduras en España
Asprocan lucha para fomentar el consumo de frutas y verduras en España, dándole ejemplo a los más pequeños
Comer frutas y verduras es fundamental para cuidar de nuestra salud. Sin embargo, el alza de los precios se ha convertido en un freno a la hora de comprar productos frescos. Así lo revelan varios informes, que demuestran que los españoles conocen la importancia de comer fruta pero cada vez la consumen menos.
Las cifras de seguimiento de Kantar, fuente oficial del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, reflejan una caída progresiva desde 2012, tendencia interrumpida sólo en 2020 por la pandemia.
Otro dato revelador, este caso de GFK, líder de análisis en el sector de bienes de consumo, recoge que aunque hay un 87% de la población que conoce la recomendación de consumir un mínimo de cinco piezas de frutas y verduras al día, sólo la mitad asegura llevarlo a cabo.
¿Ha subido más la fruta que los productos procesados?
El precio ha tomado relevancia como freno a la hora de comer productos frescos. No obstante, la percepción de que la fruta ha subido más que los procesados no siempre responde a la realidad. Por ejemplo, el coste medio de una palmera de chocolate se situaría en 13 euros por kilo frente al plátano de Canarias, que está en la media de dos euros.
"Una fruta de temporada elegida en el momento adecuado de maduración, de cercanía, con unos niveles de calidad… puede asegurarnos un sabor y unas características que hagan que la aceptación por parte de los más pequeños sea muy fácil. En el caso del plátano de Canarias, la comodidad y la referencia de calidad que suele tener todo el año, así como la costumbre de comprarlo y consumirlo ha hecho que sea una de las frutas más consumidas en España, manteniéndoseelativamente estable en un contexto de caída global". dice el gerente y director de Marketing y Comunicación de Asprocan, Sergio Cáceres.
Productos que tratan de sustituir la fruta
Plátano de Canarias motiva a cerca de un 80% de los entrevistados a consumir su producto. Y es que, aunque hay alimentos que parecen sustituir a la fruta, en realidad no lo hacen. "Ocurre con la fruta que su imagen es muchas veces utilizada como gancho para otros productos que no contienen fruta, tratando de trasladar la imagen de la fruta y de los efectos beneficiosos que tiene para llamar la atención del consumidor, cuando realmente lo que tiene en su interior son saborizantes, potenciadores de sabor, azúcares añadidos que nada tienen que ver con la fruta", denuncia Cáceres.
La importancia de dar ejemplo a los más pequeños
Es esencial hacer labor pedagógica para superar el prejuicio que vincula el producto fresco con un precio más elevado. Por ello, Sergio Cáceres insiste en que hay que educar desde la infancia: "Tenemos que incrementar nuestro propio consumo de frutas y hortalizas en casa como adultos, de manera que por imitación hay un mayor consumo de frutas y verduras en los más pequeños".