El monólogo de las ocho: "El principal desafío de Carlos III será mantener unido al Reino Unido"
Rafa Latorre reflexiona sobre la llegada al trono de Carlos III de Inglaterra tras la muerte de su madre, Isabel II.
El rey Carlos III se ha dirigido por primera vez a su pueblo. Un Reino Unido paralizado, en suspenso, ha visto y ha escuchado a su nuevo rey a través de sus pantallas. Carlos III es un hombre mayor, de 73 años, que ha esperado durante toda su larga vida para cumplir su destino. El heredero al trono más poderoso del planeta es, a sus 73 años, el más longevo en alcanzar ese título de soberano británico.
Reinará sobre un país que nada tiene que ver con el que vio coronarse a su madre Isabel II. Él ya no reinará sobre un imperio, pero reinará y su principal desafío será algo que suena demasiado sencillo para lo delicado que es: mantener unido el Reino Unido. De hecho, Carlos III arrancará simbólicamente el domingo en Escocia su primera gira al país como nuevo rey, que le llevará después a Irlanda del Norte y Gales.
Una consorte atípica
El Rey tiene una consorte atípica, Camilla Parker Bowles. No hay duda de que es la mujer de su vida y esta afirmación nada tiene que ver con las charlas íntimas que los tabloides desvelaron cruelmente hace años, sino porque le ha acompañado toda su larga vida y por ella puso en riesgo la Corona.
Carlos III no tiene la popularidad de su madre y tampoco tiene la popularidad de su hijo Guillermo. En estas condiciones comienza su reinado. No fue tarea fácil que la opinión pública británica aceptara a Camila, desde hoy ya reina consorte (Camila de Inglaterra), y que recientemente pasaba a formar parte de la familia real británica bajo el título de Duquesa de Cornualles.
Contrajo matrimonio con ella en el año 2005, ocho años después de la muerte de Diana. El título del Ducado de Cornualles pasa ahora a los Duques de Sussex, William y Kate Middleton. Guillermo se convierte también, desde ahora, en el nuevo Príncipe de Gales.
Su imagen pública
Tampoco ayudó a mejorar su imagen ante una opinión pública tan acostumbrada a la figura discreta y neutral de Isabel II, la tendencia de Charles a tomar partido y expresar públicamente su postura no ya sobre su vida sentimental, sino sobre las cuestiones más inopinadas. Desde emitir valoraciones sobre decisiones políticas del gobierno británico ya ejecutadas a tratar de influir desde su posición para la toma de decisiones futuras y sobre cuestiones tan pintorescas como impulsar la alimentación orgánica, expresar su apoyo a la medicina alternativa o quejarse de las condiciones de la pesca en la Patagonia.
Quizás uno de los momentos de su discurso que ha captado mayor interés es la mención a la pareja que se ha independizado de la familia. Ha mencionado a Harry y a Meghan, con cariño y con respeto por sus decisiones personales. Y el momento donde la emoción ha asomado, si bien sin llegar a quebrarle la voz ha sido en el recuerdo final a Isabel II pero no tanto como reina sino como madre.
¿Qué es lo que ocurrirá a partir de ahora?
Comienza un reinado necesariamente más corto que el anterior y seguro que bien diferente, porque la personalidad de quien lo encarna es muy distinta. Aunque el mundo hoy ha podido observar un primer gesto que le habrá recordado a Isabel II: Carlos III antes de este discurso ha protagonizado la primera escena memorable de su reinado cuando pasó un largo rato recorriendo la entrada del Palacio de Buckingham para saludar a los cientos de fieles que habían ido a mostrar su cariño a la familia real.
Es una imagen de cercanía que inevitablemente recuerda a aquel paseo en ese mismo lugar con el que su madre sofocó la mayor crisis de la historia reciente de la monarquía tras la muerte de Lady Di.
Hay una particularidad. Carlos III se ha arrimado mucho a la gente que estaba allí congregada. Ha hablado con algunos de ellos, les ha estrechado la mano, algunos han comenzado a entonar algunas estrofas del 'God save The King'.
Carlos III, Su Majestad el rey de los británicos, será proclamado en el Consejo de Ascensión, mañana por la mañana en los (llamados) Apartamentos del Estado del palacio de Saint James en Londres.
En la segunda parte de la ceremonia el nuevo monarca hará una declaración y su juramento para mantener la seguridad de la Iglesia en Escocia y aprobar las órdenes que facilitan la continuidad del Gobierno. Tras ello se leerá la Proclamación Principal desde el balcón que da al patio de Friary Court.
Luego emprenderá un viaje que le llevará a Escocia, Irlanda del Norte y Gales, en la que será la primera gira del nuevo Rey por su país.