Recuerdos falsificados: cómo la realidad se construye con alucinaciones
El neuropsicólogo Saúl Martínez-Horta explica cómo todos nosotros "alucinamos" día a día, y como el cerebro rellena los huecos en blanco que no podemos percibir.
Normalmente, asociamos el concepto de "alucinación" con una serie de patologías o con el consumo de drogas; sin embargo, para neuropsicólogos como Saúl Martínez-Horta, que ejerce en el hospital Sant Pau de Barcelona, la "alucinación" es un fenómeno cotidiano que nos permite afrontar nuestro día a gracias a la capacidad de nuestro cerebro de rellenar los huecos en blanco que nuestros sentidos no son capaces de percibir.
¿Hasta qué punto la experiencia percibida es una alucinación de nuestro cerebro o una realidad percibida? Esta es la pregunta que Julia Otero ha planteado al autor de esta Masterclass, que ha definido el concepto de alucinación: "La alucinación es cuando percibimos algo que no está allí", explica el médico, que limita el ámbito de las alucinaciones a las experiencias que vivimos sin recibir estímulos equivalentes.
Al cerebro le gusta rellenar huecos
Cuando recibimos un estímulo y nuestra mente lo interpreta de otra manera, estamos hablando de una "ilusión": "Nuestra experiencia de la realidad se parece a este componente de ilusión que acompaña a las alucinaciones", explica el médico durante su intervención en el programa. Para explicar el origen y el propósito de estas alucinaciones cotidianas que genera nuestro propio cerebro, el doctor destaca la importancia de entender que "el cerebro es un sistema, en esencia, predictivo".
Tal y como explica Martínez-Horta, nuestro cerebro "dedica mucha de su capacidad en predecir qué es lo más probable que está sucediendo fuera", y que utiliza el conocimiento del que dispone para estimar lo que está sucediendo fuera. Por ejemplo, el neuropsicólogo ha puesto el ejemplo de los puntos ciegos de nuestra visión: nuestros ojos no pueden percibir nada más allá de la periferia de nuestra visión, y existe un punto ciego que no podemos percibir.
Sin embargo, la mente "dibuja" esos huecos "en base con lo que tú sabes que ocupa ese espacio en el que tú estás", explica el médico, que asegura que este tipo de acciones se pueden entender como alucinaciones: "El cerebro está incorporando información que no estás viendo".
¿Recuerdos falsificados?
Teniendo en cuenta este funcionamiento del cerebro, se puede entender la presencia de "recuerdos falsificados", puesto que "el recuerdo también sufre ese ejercicio de predicción", afirma el doctor. ¿Alguna vez has contado una anécdota a un amigo, y este tenía una percepción muy diferente del momento? Se trata de un fenómeno bastante común, que puede suceder incluso a un nivel colectivo: ¿cuánta gente piensa que "Tiburón" es una película muy sangrienta, cuando realmente no muestra demasiada violencia explícita?
Tal y como explica el doctor, esto es un fenómeno bastante común: nuestro cerebro reconstruye este tipo de historias con lo que considera que es más posible que sucediese, y no con respecto a lo que sucedió. Esto da lugar a memorias "subjetivas" compuestas en torno a conocimientos previos y experiencias. El médico ha puesto como ejemplo los juicios y los interrogatorios, ambientes en los que está demostrado que este fenómeno de los recuerdos falsificados puede darse con mayor asiduidad.
Sabiendo que el cerebro "inventa" e "interpreta" gran parte de la realidad qué vivimos, ¿hasta qué punto experimentamos un mundo real? Saúl Martínez-Horta ha afirmado que la realidad se puede entender como "un conglomerado de experiencias y de rasgos culturales que le dan sentido, en un momento determinado, a lo que estamos experimentando". "La realidad es nuestra realidad, es muy individual", afirma el doctor en su Masterclass, que añade que "el reconocimiento de la realidad tiene mucho que ver con lo que hemos aprendido".
¿Cuándo se puede convertir esto en un problema?
Sin embargo, el médico también señala que una falsificación excesiva de los recuerdos puede tener un origen patológico: si el contenido de estas falsificaciones supone un problema para uno mismo o para terceras personas, podríamos estar ante un caso de "confabulación" que puede afectar a la vida diaria de cualquier persona. Esta falsificación no se lleva a cabo a propósito, y puede tener un origen patológico.
En este mismo programa, Martínez-Horta se ha referido a otros fenómenos curiosos del cerebro, como el dejá-vu o el origen de las adicciones, que tiene que ver con un aprendizaje adquirido mediante la liberación continua de dopamina.