El Congreso de los Diputados aprobó este jueves la Ley de Bienestar Animal con la desavenencia entre la parte socialista del Gobierno y Unidas Podemos a cuenta de los perros de caza, que, finalmente, quedan fuera de la norma.
La nueva ley endurece las penas por maltrato animal, regula el cuidado de las mascotas y prohibe el uso de animales salvajes en espectáculos públicos. Otros de los puntos clave del texto es la obligatoriedad de realizar un cursillo gratuito para aquellas personas que quieran tener perro. Aquellos que ya sean dueños de uno, tendrán dos años de plazo para llevarlo a cabo.
La nueva ley también ha unificado a nivel nacional una de las normas obligatorias para los dueños de perros. Independientemente de la raza, quienes tengan un perro tendrán que contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra daños y lesiones a otras personas, animales o cosas. Hasta ahora, esta póliza solo era obligatoria para las razas consideradas peligrosas.
Así, la norma recoge que "en el caso de la tenencia de perros y durante toda la vida del animal, la persona titular deberá contratar y mantener en vigor un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros que incluya en su cobertura a las personas responsables del animal, por un importe de cuantía suficiente para sufragar los posibles gastos derivados".
El precio de este seguro varía según la compañía con la que se contrate, pero oscila entre los 30 y los 60 euros anuales. Factores como la edad o el tamaño del animal puede incrementar notablemente el precio. Si se trata de razas de perros potencialmente peligrosas (PPP), el coste puede llegar a duplicarse.