Casi la mitad de los alumnos no defienden a un compañero cuando es víctima de acoso escolar

Los alumnos creen que el compromiso y la intervención de los profesores contra los casos de acoso es cada vez mayor. Así lo consideran, al menos, siete de cada diez estudiantes de educación secundaria, etapa en la que ocurren la mayor parte de los casos de bullying. Los insultos, motes y burlas son el tipo de acoso escolar más frecuente, seguido del aislamiento, ya sea presencial o a través de las redes sociales. Los chicos continúan siendo el perfil acosador y en la mayoría de los casos actúan en grupo y sobre un solo individuo.

El nuevo informe de la Fundación Mutua Madrileña y la Fundación ANAR concluye que las situaciones de acoso escolar pueden prolongarse más de un año en el 26% de los casos, pudiendo crear traumas complejos de tratar en un futuro. Expertos insisten en que no solo hay que poner el foco de la detección en el profesorado, sino también en el centro educativo a través de la creación de canales anónimos que se puedan habilitar para que el alumnado pueda comunicar los casos al propio centro y activar los protocolos que hay establecidos. Los casos de 'ciberbullying' representan 2,9% de los casos y una atención temprana también pasa por la vigilancia de los padres, especialmente en el ámbito de las redes sociales para detectar los comportamientos de posibles acosadores o acosados.

Para los docentes, la participación de los compañeros de clase de la víctima es crítica para que se produzca el acoso escolar. También citan la normalización de la violencia, que sube al segundo lugar respecto a informes anteriores. Según los profesores, el 82% de los acosadores se caracterizan por sentirse superiores al resto, seguido de otros factores como la agresividad, normalización de la violencia y problemas familiares.