Cada cuántos días hay que ducharse: esto es lo que dice la ciencia
La ducha diaria es una práctica que lleva a cabo dos tercios de la población.
La mayoría de las personas se ducha todos los días, ya sea por razones de higiene, por eliminar el mal olor corporal o simplemente porque forma parte de su rutina diaria, como una forma de sentirse más despiertos por la mañana. Además, la actividad física incrementa el número de veces que nos ponemos debajo del chorro de agua. Pero, ¿Es realmente necesario ducharse todos los días?
Ducha diaria: sí o no
Los expertos indican que ducharse a diario no es necesariamente perjudicial para la salud, pero lo más importante no es la frecuencia de las duchas, sino el tiempo que pasamos bajo el agua. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), no se debe exceder el tiempo de ducha a más de cinco minutos. Hay varios motivos detrás de esta recomendación. Por un lado, está la cuestión del ahorro de agua y la sostenibilidad, ya que un uso responsable del agua es fundamental. Pero, más allá de este aspecto, la OMS señala que las duchas prolongadas pueden afectar la salud de nuestra piel.
Cuando pasamos demasiado tiempo bajo el agua, especialmente si es caliente, podemos eliminar bacterias y microorganismos que forman parte de nuestra barrera cutánea natural. Esta barrera protege la piel y, si se ve afectada, pueden aparecer síntomas como sequedad, irritación y picazón. Además, la piel seca y agrietada abre la puerta a bacterias y alérgenos, lo que aumenta el riesgo de infecciones cutáneas y reacciones alérgicas.
Por tanto, la recomendación general es que las duchas sean cortas, con agua tibia y, sobre todo, que nos concentremos en lavar las zonas del cuerpo que suelen producir mal olor, como las axilas, los genitales, los pies y las ingles. Además, se aconseja tener cuidado con el uso de jabones, ya que algunos productos muy perfumados o agresivos pueden dañar la piel. Lo ideal es optar por un jabón neutro y sin perfume, que respete el pH natural de la piel y no elimine las bacterias beneficiosas que ayudan a protegernos de infecciones y alergias.
Ducharse varias veces a la semana suele ser suficiente para la mayoría de las personas, siempre y cuando no estén expuestas a situaciones que aumenten la sudoración o la suciedad, como practicar deporte o trabajar en ambientes que lo requieran. En estos casos, ducharse más a menudo es comprensible, pero siempre teniendo en cuenta la recomendación de que las duchas sean breves y enfocadas en las áreas clave del cuerpo.
Ducharse a diario no es estrictamente necesario para la mayoría de las personas, a menos que haya una razón específica, como sudoración excesiva o suciedad. En estos casos, lo más importante es mantener una higiene equilibrada, evitando el uso excesivo de agua caliente y jabones agresivos, y cuidando la piel para evitar problemas como la sequedad o las infecciones. Todo se trata de encontrar un equilibrio que permita cuidar nuestra higiene sin dañar la salud de nuestra piel.