El embarazo modifica de forma permanente el cerebro de las mujeres
Los cambios son físicos y afectan a múltiples áreas. Algunos se revierten en el primer mes de post parto pero los relacionados con la empatía y el yo permanecen en el tiempo.
Madrid |
"Sabemos más del universo que del cerebro de las mujeres", dice Susana Carmona, del área de investigación neuromaternal del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. El embarazo es una de las etapas que más influyen, en todos los aspectos, el la vida de las mujeres y "tradicionalmente -explica la investigadora- se han estudiado el embarazo, el parto y el post parto de forma conjunta pero a nivel hormonal, ambiental, inmune y fisiológico son muy diferentes y con este estudio se demuestra que a nivel cerebral también hay diferencias y los cambios en el cerebro son distintos en cada etapa".
Lo que han descubierto en el Hospital Gregorio Marañón es que durante el embarazo se producen unos cambios anatómicos en el cerebro de la mujer. En realidad muchos cambios, sólo que algunos se revierten durante el primer mes de posparto y otros permanecen toda la vida. Las áreas afectadas por estas modificaciones profundas son las que afectan a la conocida como "red por defecto", la red cerebral que se activa cuando la mente está en reposo y se desactiva cuando realizamos tareas que requieren atención; es decir, es el grupo de estructuras cerebrales que toman el control del cerebro cuando estamos descansando.
Cuanto más cambio, mejor es el vínculo entre madre e hijo
Esa modificación se relaciona con la percepción del yo y la empatía y cuanto más cambio se produce en el cerebro, mejor es el vínculo entre la madre y el hijo. Los cambios se producen entre el tercer trimestre del embarazo y el primer mes de postparto y son diferentes según el tipo de parto. Las mujeres que dan a luz por cesárea programada muestran cambios cerebrales diferentes a los observados en mujeres con parto vaginal o cesárea de emergencia.
La investigación ha demostrado también que cuanta más ansiedad tiene la madre durante el embarazo, peor es la experiencia del parto, a la vez que una peor experiencia de parto se asocia con mayor estrés durante el postparto y éste se asocia a mayor probabilidad de síntomas de depresión y peor vínculo con el bebé.
Permitirá avanzar en la prevención y tratamiento de la depresión posparto
Investigaciones como ésta permitirán avanzar en la predicción, prevención y tratamiento de patologías perinatales como la depresión posparto, un trastorno que afecta a casi una de cada cinco madres.
Este trabajo, publicado en la revista Nature Neuroscience, (y que se puede leer aquí de forma íntegra: Women’s neuroplasticity during gestation, childbirth and postpartum) ha comparado el cerebro de 110 mujeres en el tercer trimestre de su primer embarazo con el de mujeres que nunca habían estado embarazadas, constatando que el cerebro de las futuras madres ya era anatómicamente muy diferente antes de que naciera el bebé.
Además de Susana Carmona, en el trabajo han participado María Paternina-Die y Magdalena Martínez, todas del área de investigación Neuromaternal del Hospital Gregorio Marañón.