Cuando el dos de febrero fue detectado en el espacio aéreo de Estados Unidos un globo, se activaron todas las alarmas en el país.
El cuatro de febrero el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ordenó derribar el supuesto globo espía chino y empezaron las acusaciones dentro del gobierno de Estados Unidos, por permitir que China los espiara y sobre todo comenzó el riesgo de una crisis diplomática en ambos países.
En los últimos tres días han derribado otros tres objetos voladores en Estados Unidos y Canadá, de los que de momento no se ha podido confirmar su origen.
Ahora, mientras se analizan los objetos identificados, el gobierno de Estados Unidos cree que los tres últimos objetos derribados en su espacio aéreo pertenecen al ámbito comercial o científico, dejando la hipótesis de que la procedencia de los objetos es de China.
La portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, ha afirmado que los servicios de inteligencia están considerando que los objetos identificado estén vinculados a entidades comerciales o de investigación.
"Es algo que la comunidad de inteligencia está investigando", ha afirmado Jean-Pierre, subrayando la importancia de conseguir los restos de los objetos para analizarlos --una actividad difícil en los últimos días, ya que algunos de los objetos habrían caído en zonas de difícil acceso, según la portavoz--.
"No se puede decir de manera definitiva", ha aclarado, reiterando la importancia de hallar los restos, aclaró el portavoz de seguridad nacional de la Presidencia estadounidense, desvinculado así a Pekín del origen de los tres últimos tres objetivos.
Las investigaciones de los objetos darán en la clave para poder determinar el origen de los objetos y el objetivo que tenían, aunque Washington sí confirmó que el primer globo que fue derribado el cuatro de febrero era de China, también Pekín asumió que era suyo, pero que no tenía fines de espionaje, si no de fines meteorológicos.
Por su parte, el gobierno chino ha devuelto las acusaciones a Estados Unidos afirmando que en el último año más de una decena de globos han sobrevolado el país asiático, acusación que Estados Unidos ha negado rotundamente. Además, China acusó a Joe Biden de reaccionar de una manera exagerada y fuera de lugar ante el primer globo detectado.
Las primeras hipótesis que barajó el gobierno de Estados Unidos fueron que China estaba utilizando esos globos para espiar, aunque ellos afirmaran que ese globo se utilizaba con fines científicos. Lo que desencadenaría una supuesta nueva crisis diplomática entre Estados Unidos y China. Este suceso originó que el secretario de Estado, Antony Blinken, cancelara un viaje que tenía previsto hacer al gigante asiático.