El pasado cuatro de febrero el Ejército estadounidense derribó un globo chino que llevaba varios días merodeando el cielo norteamericano, con el objetivo de "vigilar sitios estratégicos", según afirma Pekín.
Pocos días después, un caza F-22 estadounidense derribó sobre cielo canadiense un objeto volador no identificado, detectado al norte del país.Tal y como afirma el presidente de Canadá, el pasado sábado ordenó "derribar cualquier objeto no identificado que haya violado el espacio aéreo.
Por su parte, el Pentágono continúa sin saber de su procedencia de este último, a diferencia del derribado el día cuatro. Estos no ha sido los únicos objetos que han derribado las fuerzas americanas.
Trudeau destaca la labor del NORAD, el North American Aerospace Defense Command, una organización conjunta de Canadá y los Estados Unidos que provee de defensa y control aéreo a toda Norteamérica.
Este objeto en cuestión estuvo sobrevolando la zona del Yukón, una región fronteriza con Alaska.
El domingo pasado, las fuerzas militares estadounidenses derribaron otro objeto volador a gran altitud, concretamente, sobre el lago Hurón, situado en la zona de los Grandes Lagos, en la región del Medio Oriente de América del Norte.
Con este acontecimiento, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos constata que es el tercer día consecutivo que se producen derribos de objetos voladores no identificados sobre el cielo norteamericano.
En el caso del objeto derribado el domingo, el Pentágono se coordinó con la Administración Federal de Aviación Civil (FAA) para cerrar el espacio aéreo en la zona donde se encontraba.
Tras estos episodios, Departamento de Defensa de Estados Unidos ha aumentado la vigilancia de su espacio aéreo, según afirma Melissa Dalton, subsecretaria de Defensa y de asuntos Hemisféricos de EEUU.