Este miércoles 15 de septiembre comienza el debate de investidura en el que Pedro Sánchez presentará su programa de Gobierno al resto de la Cámara. Tras la intervención del candidato, el resto de partidos (de mayor a menor representación) tendrán 30 minutos de réplica, pudiendo Sánchez responder y los partidos hacer una contrarréplica.
Un día después, el 16 de septiembre, tendrá lugar la primera votación en la que Sánchez necesita obtener mayoría absoluta para sacar adelante la investidura.
La votación se realiza de manera pública mediante llamado. En el procedimiento, se convoca a cada diputado de la Cámara Baja por orden alfabético, y deben manifestar su voto como "sí", "no" o "abstención".
El candidato socialista necesita al menos 176 votos afirmativos (mayoría absoluta) en la primera votación para que la investidura sea exitosa. De no obtener esos apoyos, ¿cuál sería el siguiente escenario?
Si tras la primera votación, Sánchez no obtuviera los apoyos suficientes, se abre un plazo de 48 horas para repetir la votación. El sábado 18 de noviembre, el Congreso volvería a votar, pero, esta vez, a Sánchez le valdría con una mayoría simple (más 'síes' que 'noes').
Si la segunda votación también fracasara, el calendario se reduciría y los partidos tendrían muy poco margen para intentar una tercera investidura. La ley marca el 26 de noviembre como último día para investir a un presidente, dos meses después de las elecciones generales.
Si en esa fecha no se ha investido a un presidente del Gobierno, al día siguiente se disolverían las Cortes y se convocarían nuevos comicios, que, según marca la ley, se celebrarían 47 días después de la convocatoria electoral, es decir, el próximo 14 de enero.
No obstante, la repetición electoral es un escenario poco probable ya que Pedro Sánchez cuenta con 179 votos a favor de los siguientes partidos: