El Gobierno ha presentado en las últimas horas una batería de medidas en materia de vivienda con las que pretende dar solución a uno de los problemas más importantes de la legislatura y de los últimos años en España. Fue el propio Pedro Sánchez quien anunció este lunes una docena de nuevas medidas encaminadas a facilitar el acceso a la vivienda de las que podrán beneficiarse tanto propietarios como inquilinos.
Hace casi dos años que el Ejecutivo llevó al Congreso y logró aprobar una Ley de Vivienda que pretendía aumentar las ventajas de los pequeños propietarios que arrendaran sus viviendas vacías en zonas tensionadas, aunque para ello las comunidades autónomas debían declararlas como tal, algo a lo que se opone la mayoría de ellas.
Este lunes, Sánchez ha propuesto una nueva exención fiscal de hasta el 100% del IRPF para los caseros que ajusten el precio de sus viviendas al Índice de Precios de Referencia que establece el INE sin necesidad de que estén en zonas tensionadas, con la que se pretende sortear el rechazo de algunas de estas comunidades a declararlas.
En este momento, con la actual Ley de Vivienda, los pequeños propietarios que arrenden sus viviendas a jóvenes o a la Administración General del Estado en una zona declarada como tensionada están exentos de un 70% de su rendimiento neto en el IRPF.
Si el arrendador alquila ese piso y realiza una rebaja del 5% respecto a su anterior contrato, esa exención llega a un 90%, una fórmula que se pretende emular con esta nueva medida, que aspira a llegar hasta el 100% en la exención en algunos supuestos.
Además, el Gobierno también pretende movilizar la vivienda ya existente con la creación de un sistema de garantías que protejan a propietarios e inquilinos, sobre todo a personas menores de 35 años, y la rehabilitación de viviendas vacías para destinarlas a alquiler de precio asequible durante cinco años.
En la presentación de esta batería de medidas, Sánchez reconoció que aún "queda mucho por hacer" y dividió sus ideas entres bloques: la creación de más vivienda, la mejora de la regulación y las ayudas a colectivos vulnerables.
Para la creación de vivienda, el presidente del Gobierno quiso apostar por la construcción de más vivienda pública, "que es la que nos va a permitir el acceso y estabilizar los precios". Además, anunció el traslado a la empresa pública de vivienda más de 3.300 viviendas; la creación de un nuevo Proyecto Estratégico de viviendas y construcción; o dar prioridad a la empresa pública a la hora comprar suelo y vivienda pública.
En cuanto a la mejora de la regulación, Sánchez propuso una reforma fiscal para que los pisos turísticos tributen como un negocio, cambiar las ventajas sociales de las socimi, limitar la compra de viviendas por parte de extranjeros comunitarios no residentes o endurecer la regulación que persigue los alquileres de temporada.
Además, apuesta por la intervención pública como se hizo con el mercado energético con la excepción ibérica, y por mantener y aumentar los programas de ayudas que prestan especial atención a jóvenes, personas mayores, colectivos vulnerables y personas con discapacidad.