Conformidad y Obediencia: “Cuando tu pensamiento no lo decides tú”
Con el psicólogo y profesor Edgar Bresó
Hoy en Psicología de andar por casa hablaremos de un tema que puede ser un tanto polémico… o que puede ser digno de debate. Hablaremos de la Obediencia y la Conformidad. Es decir, de cómo las personas, nosotros, nos vemos “condicionados” por las opiniones o las órdenes de los demás.
Edgar Bresó, buenas tardes, a ver, explícanos un poco más sobre este tema ¿Qué es eso de la conformidad?
Buenas tardes Luís, la conformidad es un tema central en psicología social y estudia cómo las personas adaptan sus comportamientos, creencias o actitudes para alinearse con las normas o expectativas de un grupo. Es decir, cómo lo que nosotros pensamos está condicionado por lo que piensan los demás. La conformidad, como vamos a ver hoy, se puede aplicar a todos los ámbitos de la vida pero, para empezar, te voy a poner un ejemplo del ámbito laboral:
Cuando llegamos por primera vez a una empresa, en ocasiones, adaptamos nuestras ideas y nuestros comentarios a los de nuestro grupo de trabajo, incluso si internamente pensamos de opuesta, hacemos ese esfuerzo para evitar conflictos o rechazo. La investigación ha demostrado que, con el tiempo, poco a poco vamos adaptando nuestra forma de pensar, para que se parezca a la del grupo y se parezca menos a la nuestra. Y esto puede servir también para nuestro entorno personal. Por ejemplo, si eres nuevo en un grupo de amigos, se organiza una cena y todos quieren ir a una pizzería pero tú odias ese tipo de comida. Como eres nuevo, tal vez, decir que prefieres otro tipo de comida te haga sentirte excluido, y finalmente acabas comiendo pizza.
A ver a ver, para un momento, ¿Me estás diciendo que lo que dicen los demás puede hacer que yo deje de pensar lo que yo pienso para hacer lo que dice el grupo?
Pues… más o menos, mira Luís, en 1951 Solomen Asch realizó un experimento muy simple que se ha convertido en uno de los experimentos más reveladores de la conducta social y que más veces se ha replicado (de hecho yo he replicado muchas veces con mis alumnos)
Asch realizó un experimento en el cual los participantes debían juzgar la longitud de varias líneas y determinar cuáles eran las que eran exactamente iguales (es decir, tenían la misma longitud). Lo que ocurrió fue que, aunque la respuesta era muy evidente, los participantes estaban acompañados de actores que deliberadamente daban respuestas incorrectas.
Y el resultado fue que casi el 70% de los participantes cedieron a la presión grupal al menos una vez, dando respuestas incorrectas que estaban en línea con las respuestas de los actores.
Este estudio demostró por primera vez que la presión grupal puede llevar a las personas a conformarse, incluso si esto implica adoptar una respuesta que saben que es incorrecta. La explicación que dió Asch es que la necesidad de encajar en un grupo puede ser tan fuerte que puede llevar a distorsionar el juicio propio.
Es decir, incluso nuestras creencias más arraigadas, en ocasiones se pueden ver modificadas por la presión de ver que hoy muchas otras personas
que piensan diferente a nosotros mismos y que están de acuerdo entre ellos. Es lo típico de: Si todo el mundo dice que esa pared es de color blanco… pues será blanca, aunque yo la veo amarilla.
Pero bueno Edgar, esto ocurrió hace más de 70 años, supongo que esto hoy en día no pasaría no ¿Verdad?
Bueno, en realidad, si analizamos lo que ocurre hoy en día, este tema es mucho más actual de lo que parece y nos pasa cada día, yo diría casi, cada hora.
¿Cómo? ¿Qué quieres decir? A ver explícate.
¿Te suena el concepto fake-news? ¿Te suena la plataforma X (o twitter)? Pues ya lo tienes. Se trata de una plataforma a través de la cual, un montón de gente lanza una creencia o una reflexión y el resto de usuarios, al ver que hay un montón de gente que piensa o apoya esta idea, sin hacer apenas cuestionamiento, se unen al carro. De hecho, existen infinidad de casos en los que alguien publica un tweet arrastrado por la masa y luego… al poco tiempo… lo recapacita desde la parte más, digamos “individual” y dice: pero ¿Qué he dicho yo?… si yo realmente no pienso eso, y se retracta cuando a veces es demasiado tarde… Este es otro ejemplo, muy actual y muy de esta época sobre conformidad.
De hecho, estudios recientes han analizado la conformidad en las redes y han demostrando que las personas tienden a conformarse con las opiniones dominantes o populares dentro de sus redes, mostrado cómo la presión social sigue siendo muy fuerte en plataformas como Facebook o Twitter donde los usuarios suelen ajustar sus opiniones o comentarios en función de la aprobación o desaprobación que expresan los demás.
Las conclusiones de estos estudios sugieren que las normas sociales continúan influyendo en los comportamientos de los usuarios, y estos estudios han demostrado de forma fehaciente que la conformidad puede tener un gran impacto en el comportamiento del individuo.
Okay Edgar, todo esto está muy bien pero… vayamos a la parte práctica. ¿Todo esto cómo se puede evitar? ¿Cómo podemos hacer para no ser presos de la masa social y que nuestras creencias o pensamientos perduren?
Existen muchas estrategias para mantener la autenticidad en nuestras decisiones y creencias y poder tomar decisiones más conscientes. A mi me gustaría resaltar algunas que, desde mi punto de vista son las más efectivas:
La primera y más básica es tener la actitud de analizar antes de aceptar: Cuestionar las normas o decisiones del grupo en lugar de asumirlas automáticamente y consultar múltiples fuentes. (Esto nos puede servir para el caso de las fake-news)
En segundo lugar, es fundamental Aprender a Decir "No" de Manera Asertiva. Saber hacer valer tu punto de vista. (Esto nos serviría para el ejemplo del restaurante que hemos visto antes).
Y en tercer lugar, Rodearse de Personas que Valoren la Diversidad de Pensamiento. Buscar grupos que respeten la individualidad ya que la conformidad es menos probable en ambientes donde las diferencias se valoran y sobretodo, Aceptar el Desacuerdo. Una manera de fomentar tu manera de ver las cosas es precisamente aceptando que puedes estar equivocado y que la otra persona piensa diferente a ti y eso no tiene porqué ser un problema o un conflicto.
Esto último se lo podríamos decir a muchos (o a todos) los políticos en general…
Experimento Conformidad: [[LINK:EXTERNO|||https://www.youtube.com/watch?v=u745OQL9-LI|||https://www.youtube.com/watch?v=u745OQL9-LI]]