EXCLUSIÓN SOCIAL ALICANTE

Una familia de Alicante vive en una tienda de campaña en un verano de temperaturas de récord

Jan Halabrin y su familia llevan desde el 29 de junio viviendo en una tienda de campaña en Alicante. Con temperaturas cercanas a los récords por calor en Alicante, piden un alquiler social para trasladarse definitivamente

Víctor Castelló

Alicante | 02.08.2023 11:12

El sindicato del Barrio de Carolinas evitando un desahucio | Sindicat de Barri Carolines / Imagen de archivo

El 31 de julio llegó a la redacción una nota de prensa. La ONU se había hecho eco de una situación en Alicante. Una familia de cuatro miembros, con dos hijos de 18 y 25 años, vivía desde hace más de un mes en una tienda de campaña. La Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, a través del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (DESC), había conminado al Estado español a que le otorgasen una vivienda alternativa mientras se examinaba su caso.

Ese mismo día, Carlos Mazón, president de la Generalitat Valenciana, y Luis Barcala, alcalde de Alicante, se reunían en el ayuntamiento de la ciudad para marcar la línea a seguir en los próximos cuatro años. Aprovechamos para ponerle en conocimiento de la situación, momento en el que trasladó la situación a la concejalía correspondiente. Conocíamos el caso. Se le trasladó a las autoridades y organismos competentes. El resto de medios de comunicación se había hecho eco de la noticia. Pero faltaba hablar con el afectado. Jan Halabrin.

Jan nos atendió por teléfono. Aceptó responder algunas preguntas relacionadas con su situación. Todavía no había tenido contacto con ningún organismo competente, pero sí había recibido el apoyo del sindicato del barrio de Carolinas o de la Asociación Cometas y Sonrisas. Cuando le preguntamos sobre cómo llegó su situación a un organismo tan importante como el mencionado de la ONU, nos habla de esta última asociación. Paqui Moya, de la Asociación Sonrisas y Cometas, que ya ha actuado en casos similares, le recomendó gestionar el caso por esa vía. Jan aceptó. Nos explica que pagó durante un tiempo un hostal a su familia, pero ellos querían vivir juntos por lo que compraron una tienda de campaña hasta que le diesen el piso. Denuncia que lleva 7 años pidiendo un alquiler social.

Uno de sus hijos vive con él, dice. El otro, que no termina de acostumbrarse a ese modelo de vida, va cambiando de residencia, pasando de un lugar a otro. Las altas temperaturas no benefician su situación, donde se han alcanzado sensaciones térmicas de casi 40º. Espera, ahora, que tras la atención mediática, el proceso se acelere y adquiera ese alquiler social.