El 'Grand Tour de Cataluña' te lleva de la Costa Brava al interior, acabando en Barcelona
'El Grand Tour de Cataluña'es una propuesta de itinerarios para recorrer Cataluña a tu aire. Un territorio pequeño para viajar pero enorme para descubrir. Soy Carles Lamelo y en este episodio os voy a acompañar en este viaje sonoro por el tramo número cinco, entre Figueres y Barcelona
En nuestro camino vamos a conocer de cerca los paisajes y la obra de Salvador Dalí acompañándonos de las gastronomía catalana, no sólo en los restaurantes, sino también en los talleres de cocina donde nos enseñan a preparar algunos de sus platos más emblemáticos, elaborados, por ejemplo, con la ancestral técnica del salazón. Paisajes que dejan huella, como los pueblos marineros que visitamos siguiendo los caminos de ronda de la Costa Brava, llenos de leyendas de piratas y bandoleros. Ya más cerca de nuestros días, el patrimonio modernista que adorna las calles de los municipios de la comarca del Maresme y de Barcelona nos servirán de colofón a un viaje por las carreteras secundarias de Cataluña.
Siguiendo los pasos de Dalí
La genialidad de Dalí es inconfundible. Lo vamos a descubrir en la primera etapa de nuestro viaje: 128 kilómetros entre Figueres i Pals visitando lugares tan emblemáticos como el Cap de Creus o la bahía de Roses. Frente al mar se inspiraba Dalí y de su legado disfrutamos en el conocido como Triángulo Daliniano, formado por su ciudad natal, Figueres, la casa de Port Lligat y el castillo de Púbol. En el Teatro-Museo Dalí de Figueres entendemos mejor su genialidad y los juegos que plantea a quienes contemplan su obra.
En el Museo del Juguete podemos ver una exposición sobre sus años de juventud, y en el espacio Dalí-Joyas una interesante colección de sus diseños.
Conducir entre viñedos
En nuestro viaje por el Grand Tour ponemos rumbo a Sant Pere de Rodes. Estamos conduciendo a través de los viñedos de la D.O. Empordà, que se extiende desde las montañas de los Pirineos hasta las playas del Mediterráneo. Queremos llegar al monasterio de Sant Pere de Rodes, que desde el XI al XIV fue el principal centro espiritual del condado de Empúries. Nuestro viaje en coche nos lleva a cruzar el Parque Natural del Cap de Creus, para visitar la casa de Dalí en Portlligat, enclavada entre un blanco caserío al pie de una cala donde descansan pequeñas barcas de pescadores. Esta casa, que Dalí convirtió en taller, fue punto de encuentro de numerosos artistas e intelectuales de su época. Aquí vinieron a visitarle el cineasta Luis Buñuel y el poeta Federico García Lorca.
Cadaqués, una villa marinera
Una de las postales impagables que vamos a llevarnos de nuestro viaje es un recorrido por Cadaqués, al que se llega por una sinuosa carretera que le ha permitido conservar su esencia marinera. Nuestro itinerario sigue en dirección sur, bordeando la bahía de Roses y cruzando el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà, un refugio para las aves cerca de las ruinas de Empúries, el lugar por el que griegos y romanos entraron en la península ibérica. A apenas seis kilómetros al sur del recinto arqueológico está L’Escala, una localidad declarada Villa Marinera por su histórica conexión con el mar, donde visitamos el Museo de la Anchoa y de la Sal para conocer el trabajo de las factorías de salazón y nos llevamos un enorme frasco de anchoas que vamos a poder degustar cuando regresemos a casa. En realidad, ya las hemos probado, a la hora del aperitivo en una de las tabernas que hay en l’Escala.
En la segunda de las siete etapas de nuestro viaje por tierras catalanas nos trasladamos al interior del Empordà. Esta mañana hemos disfrutado de un desayuno típico, con "pa amb tomàquet" y embutidos y quesos de las comarcas del Emordà. Con las energías repuestas, subimos a una burricleta, que es como se conocen aquí a las bicicletas rurales con asistencia eléctrica que nos permiten unir los pueblos medievales del Empordanet: Peratallada, Ullastret, Canapost, La Bisbal d’Empordà, que es la capital catalana de la cerámica; y el recinto amurallado de Pals.
Como estamos en tierras de la Indicación Geográfica Protegida Manzana de Girona, visitamos una sidrería donde además de sidra, ofrecen zumos, confituras y vinagre de manzana. Si nos apetece, podremos darnos un baño en las calas de Begur, paisajes marineros protagonistas de la obra del escritor catalán Josep Pla, que cuenta con una ruta turística por Palafrugell y Calella de Palafrugell, donde pasaba los veranos en la casa familiar de la playa del Canadell.
Hogar de las míticas anchoas
En Palamós, aprovechamos para apuntarnos a un taller de cocina del Espai del Peix, un aula gastronómica para aprender la que se conoce como cocina de barca, a base de arroz de Pals y gamba de Palamós, la misma que vemos cómo llega a puerto y cómo se vende en la subasta de la lonja. Tomamos ahora una embarcación para visitar el pequeño archipiélago de las islas Medes, una de las reservas de flora y fauna marinas más importantes del Mediterráneo y destino predilecto de los submarinistas.
Recorriendo el Camí de Ronda
Al día siguiente, nos vamos directos a seguir el Camino de Ronda, partiendo de Tossa de Mar, dejando al norte el macizo de Les Gavarres, de cuyos bosques de encinas y alcornoques sale una importante producción de tapones de corcho. Siguiendo este sendero de la costa llegamos a cala Giverola, sacamos nuestra cámara y nos lucimos como fotógrafos en el mirador de Sant Jaume.
De nuevo en la carretera, queremos llegar a Girona, tras una visita a los jardines de Santa Clotilde, de Lloret de Mar y el imponente legado del jardín de Marimurtra, en el término municipal de Blanes. Ya en la capital, recorremos su judería, fotografiamos las incónicas casas de colores sobre el río Onyar y merendamos un delicioso xuixo de crema antes de acercarnos al restaurante de los hermanos Roca.
Juega al golf entre paisajes naturales
Otra opción es visitar el PGA Catalunya Resort, con un campo de golf situado en un paisaje de gran belleza. Puede ser una buena opción antes de conducir por las carreteras que entran a la Garrotxa por el sur. Pisamos una tierra de volcanes y coladas de lava, que han dotado de una tremenda fertilidad a este lugar que atesora impresionantes bosques en los que podremos seguir itinerarios de senderismo.
Como ocurre en el resto de Catalunya, los paisajes van cambiando mientras seguimos el itinerario del Grand Tour. El entorno del Collsacabra llama nuestra atención por sus acantilados y por los Pueblos con Encanto como Rupit o la empedrada aldea de Tavertet, privilegiada observadora del pantano de Sau. Mucho más grande es la ciudad de Vic, en el interior de Catalunya. Su Plaza Mayor es una de las más emblemáticas, conocida por el mercado semanal que se instala entre sus límites porticados. Aquí aprovechamos para llevarnos los embutidos de la tierra del fuet.
Ruta modernista en Barcelona
Completamente diferente es el recorrido por la etapa número cinco, que nos lleva a Barcelona. Pasaremos por Alella, una de las denominaciones de origen de vino más celebradas, recorreremos los edificios modernistas del Maresme y, claro, de la capital. Aquí la lista es generosa: la Casa Batlló, La Pedrera, la Casa Vicens, el Recinto Modernista de Sant Pau y el Palau de la Música Catalana.
Para viajar desde los libros, nada mejor que apuntarse a una ruta literaria siguiendo la obra de Ildefonso Falcones y su 'Catedral del Mar' o visitar los mercados más emblemáticos de la ciudad como La Boqueria, Santa Caterina, el de Sant Antoni o los Encants, donde encontrar gangas y antigüedades cerca del mar.
Esta es sólo una de las diferentes rutas que conforman ‘El Grand Tour de Cataluña’. Puedes descargarte toda la información, mapas, y fotografías en este enlace.