Sabino Méndez: "Los políticos juegan a veces a ser aprendices de brujo con las leyes"
Nuestro sospechoso de domingo reflexiona acerca del caos fiscal que está suponiendo la ley de solo "sí es sí" poniendo énfasis en la manera de elaborar las leyes.
Los cambios en la ley del solo "sí es sí" han provocado un caos de revisión de penas que nos lleva a preguntarnos ¿Han de cambiar siempre las leyes? ¿O sería mejor que algunas fueran inmutables?. Actualmente tenemos en nuestro país tantos cambios de leyes en el aire, propuestos o en marcha, que cuesta acordarse de todos los que están proyectados: supresión de la sedición, recalificación de la malversación, la ley trans, la ley de bienestar animal, la ley de solo "sí es sí"; entre otros.
Desde hace 4.000 años, con el primer registro de un código legal en Babilonia por el Rey Hamurabi, las leyes han ido cambiando en función del momento de la época, un ejemplo es la ley del "ojo por ojo" que actualmente es impensable. Las costumbres políticas, sociales y económicas son las encargadas de aprobar, enmendar y revocarlas, pero puede ser perjudicial si se altera ese proceso.
"Los políticos olvidan que, desde el siglo XVIII, la base del sistema democrático es un gobierno basado en leyes, nadie está por encima de ellas", así recalcaba Sabino Méndez la tendencia política que hay actualmente y la que ha propiciado una controversia judicial con la ley de solo "sí es sí". Para ello ponía el ejemplo de la ley del divorcio en los años 30 que no terminó de calar en la sociedad por la situación ruralizada que había; en cambio, en la transición española, esta ley se normalizó porque ya habían llegado los efectos de la Revolución Industrial y se había instaurado una clase acorde al resto de Europa.
Esta objeción la sostiene con los cuatro puntos que estableció el Dr. Johnson sobre la necesidad y la razón de las leyes, dos propiedades y dos condiciones que califican a las leyes. En el caso de la ley de solo "sí es sí", afirma, que vulnera la condición de adecuar el motivo, por el que se ha impuesto una sanción penal, a que se impida esa acción penada, debido a las rebajas de años y excarcelaciones producidas recientemente.
Finaliza con la crítica a la aplicación de esta ley por no escuchar a los expertos y hacerla rápido, resultando una mala planificación que produce vacíos legales. Ante esto, no cree que "valga mucho la pena decir que los jueces, fiscales y abogados defensores son machistas", afirma.