Sabino Méndez: "Creemos vivir en un mundo que avanza solo porque aparecen cosas nuevas"

Se retira el frío extremo que hemos tenido estos días, se acerca además le carnaval, vamos avanzando poco a poco a otro cambio de estación y vamos a ver cómo se presenta este febrero. La semana pasada, Sabino nos informaba que en el Mediterráneo ya empezaban a florecer los almendros, es el eterno retorno de unos ciclos antiquísimos desde que el mundo es mundo tal y como lo conocemos.

Sabio Méndez siempre se fija en la bajada del fío en enero cuando se produce el momento de florecer de los almendros, dejando unos parajes muy bonitos y "aunque pudiera parecer un tema un poco cursi eso de las flores y el renacer de la naturaleza, tiene una vertiente muy interesante que puede resultar hasta implacable y realista según donde la mires", el cambio de costumbres.

El autor comenta que "cuando no existían las redes sociales, las plataformas, las noticias para el móvil" el medio de información principal era la prensa escrita que "como tenía un peso diario a través de los periódicos enorme, se convirtió en un clásico entre los columnistas hacer la glosa de la llegada de la primavera", del primer canto del ruiseñor o, en el caso de Josep Pla, un artículo a la llegada de la cosecha de guisantes al mercado. Actualmente, "los guisantes ya son congelados y cada vez hay menos prensa escrita y nos conformamos con titulares superficiales que llegan a nuestros móviles; con noticias sensacionalistas", asiente, algo que produce que resulte difícil "profundizar de verdad en cualquier tema y detenerse a reflexionarlo, a contemplarlo con pausa" al contrario de enlazar noticia tras noticia y generando un cúmulo de sensaciones distintas provenientes de cada titular.

En este cambio de tendencia, asegura, los titulares suelen configurarse de tal forma que produzca unas "sensaciones de impacto rápido", opina, "para llamar nuestra atención y captar nuestra atención". Ante este situación, Sabino Méndez espera superar el "paletismo de la novedad de lo digital" y se utiliza "para hacernos llegar cosas importantes y eternas como estas -en referencia a las antiguas columnas-en lugar de la última venganza de Shakira". Por este motivo, afirma, ha vuelto al tema para recordar que "ya están saliendo esas florecillas blancas por todas partes, que ya se van alargando los días y que fijarse detenidamente en eso no es ni bucólico, ni cursi, ni pastoril; todo lo contrario, porque al fin y al cabo nos habla de la eternidad geológica, de lo poquito que somos comparados con ella, de ese constante retorno que pone de relieve lo ingenuos que somos cuando todo lo nuevo nos impresiona. Creemos cándidamente que vivimos en un mundo que avanza solo porque constantemente aparecen cosas nuevas" algo que puede ser producido por los titulares porque "nos están intentando alimentar con novedades que llega un momento que casi casi, prácticamente, no tienen sustancia", explica.

Hoy en día, nos hemos estado fijando en las líneas de una canción y de los "dardos" que tiraba una cantante a su antiguo novio que vive en otro lado. "Antes existían los discos de vinilo, los vídeos HS, los vídeos VHS, los vídeos beta y luego los sustituyó el compact disc" aunque desapareció para dejar paso a las nuevas plataformas de reproducción musical y las descargas, pero antes de esto "ya estaban floreciendo los almendros cada año y lo seguirán haciendo", y si nos situamos más atrás históricamente "nos daremos cuenta que Homero también vio florecer cada año los almendros" al igual que "Petrarca, Cervantes, Shakespeare".

Sabino Méndez reflexiona que estas flores "nos recuerdan que, como el tiempo huye de nosotros y explican nuestras prisas para aprovecharlo, esa es la sensación que tenemos, que llegamos tarde, que el tiempo huye realmente de nosotros", un carpe diem que nos dice: "corred, corred, que puede que el tiempo no sea eterno".