El ruido

En nuestro país hay alrededor de 9 millones de españoles que sufren niveles medios de 65 decibelios mientras que la OMS sitúa el umbral saludable por debajo de los 55 de día y 45 de noche.

Y claro, tras la pandemia y los confinamientos, nos molesta de nuevo el ruido. Algunos ejemplos son: la terraza que tenemos debajo, el ruido del vecino, el tráfico rodado y otros sonidos con los que convivimos.

Lluís Gallardo Fernández, es abogado y miembro fundador de Juristas contra el ruido. Nos ha contado, entre otros puntos, que ruido, según la OMS, es todo lo que perturbe o impida hacer acciones cotidianas.

Además el ruido es potencialmente perjudicial cuando es superior a 65 decibelios (dB), especialmente a partir de los 75 dB; y muy perjudicial cuando supera los 120 db. Existen evidencias médicas de las consecuencias en la salud del ruido. Afecta a nivel psicológico, genera trastornos del sueño, tiene efectos cardiovascular y metabólico. Y es el responsable de 12.000 muertes prematuras en Europa.

Tras la pandemia nos hemos sensibilizado contra el ruido y lo que antes no era un problema ahora lo es. Por ejemplo la terrazas en las calles de las grandes ciudades. Existe mucha litigiosidad sobre este punto ya que la molestias son cada vez mayores. Lluís nos ha dicho que el ruido no va aparejado al alto nivel económico de una sociedad. Véase los países nórdicos.

Pero no todo el ruido en la calles es ruido. También hemos conocido a Pepe Ferrer, es miembro de la Rondalla Vora Sequia y lleva desde los 13 años tocando en las calles. Nos ha contado que lo que ellos hacen es música y que es tradición que en Castellón, estos días, se hagan rondallas en las calles. Pero que en ningún caso se debe confundir el ruido con la música. Nos lo ha dicho al hilo de la noticia, hace unos días, cuando la Policía Local de Castellón llamó la atención a otra rondalla de la zona por cantar en la calle. Cantar en la calle es una actividad que incluso tiene un reglamento para su correcto funcionamiento.