Pedir una baja laboral ya no será tan sencillo como hasta ahora. La Seguridad Social ha decidido endurecer las condiciones para solicitarlas debido a las dudas en torno a muchas de las que se solicitaron el año pasado. Según el propio organismo, en 2023 se solicitaron más de 8 millones de bajas laborales que supusieron un gasto de 14 millones de euros al Estado. Este número tan elevado alertó al Gobierno, que empezó a dudar de la legimitad de la mayoría.
Una de las novedades a la hora de solicitar una baja laboral es que ahora las empresas deberán informar a la Seguridad Social cuáles son las funciones específicas del trabajador que pide la baja. Con esta medida de verificación se pretende ayudar a los evaluadores del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) a determinar si el estado de salud del trabajador justifica su incapacidad para realizar sus tareas.
Otra medida es hacer más revisiones médicas a los trabajadores, de tal forma que aquellos que sí tengan una baja justificada, lo estén el tiempo acorde a su enfermedad. De esta manera, los trabajadores tendrán que someterse con mayor frecuencia a revisiones médicas, algo que preocupa porque en algunos casos puede suponer la reincorporación al trabajo antes de lo previsto o antes de la recuperación completa.
Otro de los cambios relacionados con esta medida es que ahora será el médico quien envíe el informe a la empresa y no al revés, como se venía haciendo hasta ahora.
Con estos cambios, el Gobierno busca ajustar y controlar la gestión de las bajas laborales, así como su legitimidad.