La desoladora predicción de un astrofísico y experto en contaminación lumínica: "La noche va a desaparecer"
Los resultados de los estudios concluyen que la velocidad a la que las estrellas se vuelven invisibles para las personas que viven en entornos urbanos es dramática.
El 83% de la población mundial tiene el cielo nocturno contaminado. Los últimos estudios publicados sobre el tema arrojan una conclusión dramática: las estrellas se están volviendo invisibles para las personas que viven en entornos urbanos. De hecho, los niños que ahora nacen en lugares donde el entorno urbano está muy contaminado por esa contaminación lumínica sólo verán 100 estrellas de las 250 que podrían haber visto desde su nacimiento.
Estos son los datos a los que apuntan los diversos estudios realizados sobre el tema. Hay mucha gente pendiente del cielo y de las investigaciones que lo demuestran. Nos hemos cargado la oscuridad o, al menos, es hacia donde vamos. Es la principal conclusión de Alejandro Sánchez de Miguel, doctor en Astrofísica, activista e investigador de Contaminación Lumínica y asesor de la Oficina de Calidad del Cielo del Instituto de Astrofísica de Andalucía.
Alejandro asegura que las previsiones de las últimas investigaciones van en esa dirección: "la noche está desapareciendo de manera global tanto en el suelo como en el cielo" y, aunque siempre nos van a quedar lugares en mitad del océano o del desierto a los que las luces de la Tierra no lleguen, en breve ahí tampoco podremos escapar de las que estamos poniendo en los satélites espaciales.
De hecho, asegura que la mitad de las 'estrellas' que vemos una noche de verano no son estrellas, sino satélites: "Ahora mismo tenemos unos 30.000 y pronto tendremos unos 100.000. Y nos da miedo que vayamos a perder esta visión del firmamento, pero no sólo por nosotros. Además de culturas de nuestro planeta que se basan íntegramente en la visión de las estrellas por las constelaciones, también hay muchas especies que se siguen orientando por ellas y si ya no pueden hacerlo, ocasionarán una pérdida ambiental importante, además de la cultural".
Un mundo muy despierto y con las ciudades iluminadas como un quirófano
De vez en cuando, podemos ver imágenes publicadas de la Tierra desde el espacio en las que se ve a nuestro planeta completamente iluminado. Sin embargo, esta imagen tan idílica, a Alejandro le pone los pelos de punta porque "estas son las construcciones humanas que podemos ver desde el espacio y no la Muralla China, por ejemplo". Es "una mala noticia" porque supone la destrucción del 50% de los ecosistemas terrestres, los nocturnos.
Esto está afectando a especies clave, como las polillas, que son polinizadoras, a las aves migratorias, a las tortugas que se comen nuestras medusas, al plancton (la base de la cadena alimenticia). "Este tipo de luces tienen también un lado mundano: el deslumbramiento cuando vamos conduciendo o que no nos deje dormir la publicidad de la pantalla que nos han puesto cerca de casa. Hay muchos impactos que igual no son tan dolorosos como puede ser el ruido de una moto o el olor de otra cosa, pero duelen. Y a los que no tenemos persianas tan buenas como las españolas, lo notamos. En cuanto tienes una farola, lo notas, no puedes apagarla".
La contaminación lumínica está creciendo un 10% cada año y eso es una "brutalidad". "Esperemos que en algún momento se detenga este cambio tan grande". ¿Cuándo? "Probablemente, cuando ya tengamos todas las ciudades como quirófanos: iluminación azulada y una intensidad importante", asegura. Pero, ¿qué nos habremos llevado por delante?. "Actualmente, tenemos la tecnología como para tener ciudades más bonitas, más seguras, sin tener este tipo de sobre iluminación, pero los intereses empresariales y la falta de interés político hace que al final las medidas que están ahí no se terminen de aplicar.
'Astronomía accesible', un proyecto para aquellos que no pueden ver las estrellas
Durante la entrevista, también conversamos con Enrique Pérez Montero, doctor en Astrofísica y Cosmología. Investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y Divulgador del proyecto 'Astronomía Accesible'. Enrique empezó a perder la visión hace años. ¿El motivo? Padece una enfermedad degenerativa, que se llama retinosis pigmentaria. Nació con ella, pero no empezó a notar síntomas hasta después de terminar sus estudios de Física y al mismo tiempo que iba haciendo su Doctorado en Astrofísica. Afortunadamente, pudo llegar a ver el cielo, pero según fue perdiendo la vista, tuvo que quedarse con lo que permanecía en su memoria.
Aunque desde hace 10 años no puede ver nada, él ha podido seguir dedicándose a su actividad profesional gracias a las tecnologías. Se le abrió la puerta de la divulgación y ha iniciado su proyecto de 'Astronomía accesible' usando materiales alternativos. De hecho, confiesa que su proyecto no sólo es utilizado por aquellos que no pueden ver las estrellas por sus limitaciones, sino también por gente que vive en entornos urbanos y que no han podido nunca acercarse al cielo.