Le acaban de conceder el Premio Nacional de Moda, aunque lleva años retirado de ese terreno y centrado en la distribución de muebles de diseño escandinavos, sobre todo de los años 50 y 60. Hoy, Ángel Fernández Ovejero, más conocido en el mundo de la moda como Ángel Schlesser, ha charlado con Jaime Cantizano en 'Por fin no es lunes' de lo que supone este reconocimiento para él, de su trayectoria y, por supuesto, de cómo ve el mundo de la moda actual.
Ángel empezó creando sus propias prendas cuando estudiaba derecho. Las diseñaba y se las encargaba a un sastre. Poco a poco, vio que a sus amigos les gustaban y le pedían que les hiciera piezas similares. Fue la primera semilla de la profesión que años más tarde le daría la fama.
Triunfó en los 80, cuando toda la moda tendía a ser excesiva, con unos diseños sobrios y de líneas bien definidas.
Sus primeras colecciones fueron de ropa para hombre, pero reconoce que vendía más americanas de tallas pequeñas porque las usaban las mujeres, así que fue un paso natural diseñar para ellas. "Me pedían faldas que combinaran con mis chaquetas", recuerda.
El diseñador debutó en la Pasarela Cibeles en los años 90 y coincidió con una espectacular generación de modelos, entre las que destacaban nombres como Judit Mascó, Martina Klein o Jose Toledo...
Sobre su fama de perfeccionista, Schlesser advierte que si no hubiera sido tan exigente no hubiera resistido tantos años: “He visto muchos compañeros encantados con su trabajo y eso les ha matado”.