Pablo Pombo: "Macron sabe que Francia sabe que esto está entre él o el caos"
Nuestro colaborador Pablo Pombo hace una reflexión sobre las protestas de Francia tras la aprobación de la polémica reforma de las pensiones de Emmanuel Macron.
Veo un país que quiero y que se quiere más que nosotros. Francia quiere a su cultura y eso es algo que merece nuestra admiración. Es un país que nos quiere, más que nosotros a ellos. Y también una nación iracunda con tendencia a la queja, pero también a la movilización. Desde mayo del 68 hay episodios periódicos de fuerte descontentos sociales. Allí se cree que cada generación tiene derecho a su pequeña revolución, a expresar el malestar.
Hoy es un país enfadado, pero ese enfado trasciende la reforma de las pensiones. El rechazo de los franceses a la reforma es masivo, eso está claro, pero la ira viene acumulándose desde hace años, décadas, porque algo está cambiando y el viejo orden de allí -como el de todos los sitios- no es capaz de contener las incertidumbres en las que vivimos.
Hay varios ejes en la tensión que se van larvando. Desde luego, la integración de las personas migrantes, que ha fracaso generado guettos y problemas en el estado del bienestar que el poder político no está sabiendo resolver. Por ahí viene el surgimiento de la extrema derecha, pero no sólo.
Francia contiene dos Francias y entre ellas hay un conflicto: la Francia del centro choca contra la Francia de la periferia, que no es sólo la de las ciudades dormitorio, sino que también es la de la Francia rural y por ahí llegan los chalecos amarillos.
Estamos hablando de una nación radicalmente elitista en todo lo que es el poder político y el poder económico. Allí no hay un PSOE ni un PP. Están Macron y los populismos de izquierda y derecha, y cada vez hay menos clase media. Macron no es el centro, es la élite, es el hombre blanco. Y en esta reforma ha tirado por la calle del medio.
Él sabe que Francia sabe que esto va de Macron o el caos y está jugando con fuego, aunque el caos gana adeptos. Es probablemente el mejor líder europeo en ejercicio, pero está esperando a que la violencia toque techo, quizás que ocurra algo trágico para poder pasar página. Es un juego arriesgado, después hará cambios en el gobierno, pero no variará el rumbo de la reforma, irá hasta el final.