Un atajo… achistao, graciosero y desgraciadista
Uno de esos por obra y la gracia de San Pito Payo, que mucho Don Nadie hay para tan poco aprecio.
GRACIA. Cualidad o conjunto de cualidades que hacen agradable o a la persona o a la cosa que la tiene, don o favor que se hace sin merecimiento particular, perdón o indulto.
¿Que en qué quedamos? En la habilidad y soltura, en la ejecución de algo en caer en gracia de forma natural o ser agraciado. Luego vendrán los muros, las lamentaciones y no sabremos por dónde meternos, si meternos debajo de la mesa. Pero la cuestión es cuando el destino está a nuestro favor... pregunta o afirmación, Sabinolotodo.
El gracioso, la gracia de turno, el agraciado, la graciosidad en su graciosismo, ser gracioso, Sí, si lo buscase en el buscador quisquilloso obtendrían 47 millones de resultados en 59 segundos y, además, encontrarían cosas curiosísimas: "qué es ser muy gracioso y cómo serlo en tres sencillos pasos y hacer reír a cualquiera"... El erizo viene cuando el planteamiento es cómo no hacer el ridículo intentando ser gracioso. Hay veces en la vida que las cosas tienen o mucha o tan poca gracia.
¿La gracia en qué sentido? Para vivir en gracia, de la gracia y aumentarla debemos orar a diario, recibir los sacramentos de la eucaristía y confesión, escuchar la palabra de Dios, leer libros religiosos, evitar malas amistades y las ocasiones de pecar. Gracia como don del alma, referencia bíblica, gracia divina... ¿Cuáles son los diez mandamientos de la Gracia? Pues se lo pregunten a Pelagio, el Santo Varón, el de la frase hecha que ya conocen. Fue un monje britano, ascético y acusado de heresiarca, un negacionista del pecado original y autor de la obra El libre albedrío por la gracia de caer en gracia, tener gracia... los hay quien la tiene y quien se la ríe... no sé que es peor: año de gracia, la ley de gracia ¿alguien de más?
Último tralarito... Cuán alto, Sabino, que dicen que no existe la buena o mala suerte. La buena suerte es la Gracia de Dios y la mala voluntad de Dios que no queremos aceptar. Gracia y voluntad. Tiene gracia que el gracioso siempre se ríe de forma estridente. Se ríe siempre por encima de quien le escucha, se reafirma y además, busca la mirada cómplice del que se avergüenza. Tiene gracia que para tener gracia de verdad haya que ser ágil de corazón, ávido de empatía y, paradójicamente, inocente. Lo difícil de ser agraciado es mantener la gracia en el tiempo. Los chiste rompen relojes de arena; la buena suerte también.
Hay que trabajarse la gracia sin hacer el tonto aunque para cuando nos demos cuenta, habrá más tontos y graciosos que agraciados y entonces ya tendremos dos problemas demográficos en España.