Este desarrollo tecnológico imparable tiene sin embargo su lado oscuro. Millones de personas se van a quedar sin trabajo en todo el mundo. Profesiones enteras van a desaparecer y no son puestos tecnológicos, no. Los robots llegan a la indutria y también a la agricultura, la construcción o los servicios. A todos los sectores.
Un estudio del Instituto de Tecnología de Massachusetts, uno de los centros más prestigiosos en el mundo, afirma que en 2015 cada robot introducido va a provocar la destrucción de 5,6 puestos de trabajo. Un robot seis puestos menos. Y o es un vaticinio, es una proyección que han hecho estudiando lo ocurrido desde el 93 a 2007 en sectores que introdujeron los primeros robots. Y eso que en ese periodo apenas se cuadriplicó el uso de robots sencillos.
También es verdad que otros expertos más optimistas mitigan estas cifras con la creación de nuevos perfiles de trabajo que todavía no conocemos. Sin embargo el científico Stephen Hawking va más allá, porque la robótica une la inteligencia artificial y cree que va a agravar más esa destrucción de empleos. Avisa además que será muy duro especialmente para las clases medias.
Y no se queda ahí, cree que la máquinas que autoaprenden con la inteligencia artificial pueden llegar a ser tan super inteligentes que es necesario que sus objetivos sean los mismos que los de los humano, porque sino afirma, el desarrollo de las máquinas inteligentes no solo será el mayor acontecimiento de la actualidad sino que puede que también sea el último.
Como solución propone la creación de un gobierno mundial con criterios éticos y eso si que suena a ciencia ficción.