Pues bien, entre los cambios que introdujo se encontraba el de la de política de emisión de anuncios. Y aquí viene el bombazo: Facebook ha pasado a considerar que las noticias políticas que publican los medios de comunicación no son información, son publicidad.
De esta forma los medios que promocionen noticias tendrán que informar a Facebook con datos reservados que quedarán archivados en una base de datos, que pertenecerá, claro a la propia Facebook. Y ¿qué datos? Pues desde la inversión económica que ha hecho para promocionar sus noticias a los públicos o perfiles a los que quieren llegar.
No querías taza, pues taza y media. En Estados Unidos la Asociación de medios que agrupa a más de dos mil periódicos avisa del peligro de que Facebook convierta en datos publicitarios informaciones que hayan sido promocionadas sobre pobreza, terrorismo, inmigración o sanidad. A esta asociación se han unido ya otras siete organizaciones mundiales, entre ellas Wan Ifra, que representa en total a más de veinte mil diarios en unos 120 países.
Facebook para evitar nuevas manipulaciones ha decidido meter en el mismo saco a todos, desde una web pirata a los medios más prestigiosos del mundo. Y estos ahora piden que no confundan fakes con noticias, ni información con publicidad política. Porque al final Facebook no sólo lo hace, sino que, como solución, reduce todo a datos y por tanto a negocio.