Son matemática puras. Y siempre ha estado en nuestras vidas. Por ejemplo, la multiplicación es un algoritmo, pero pueden ser muchos más complejos. Y con internet, el algoritmo entra en otra dimensión. Demanda, volumen, hábitos, fechas, gustos, consumos previos... Todas las variables cuentan en un algoritmo.
Está haciendo que casi nada sea igual para todos en el mundo on-line. En Google, por ejemplo, hace que las respuestas a una búsqueda no sean las mismas para dos personas. O provoca que casi nadie pague ya lo mismo por un billete de avión idéntico o la misma habitación de hotel.
Además, te puede cambiar de un día a otro. Por eso siempre que compres, busques o incluso veas contenidos en tus redes, recuerda que esa propuesta es sólo para ti y en ese momento. En unos minutos puede cambiar. Así que tenlo claro cuando preguntes ¿Qué es un algoritmo? ¡Algoritmo eres tú!