Territorio Negro: La última mentira del rey del cachopo
Manu Marlasca y Luis Rendueles cuentan la historia de César Román, el asesino que recibe el nombre del "Rey del Cachopo".

El rey del cachopo
César Román ya era el rey del cachopo antes de hacerse popular por el terrible asesinato a su pareja, Heidi Paz. Antes del crimen, él mismo se puso ese apodo tan poco humilde porque regentaba una cadena de restaurantes especializados en el plato típico asturiano. Como rey del cachopo apareció en distintos medios y organizó encuentros con la prensa para hablar de las excelencias de la comida de sus locales. Así hablaba, por ejemplo, en la inauguración de la que él mismo dijo que era la primera sidrería de alta cocina, un restaurante que abrió hace ocho años en Madrid. Pese a todas esas virtudes de su cocina, el negocio le fue mal y Román tuvo que cerrar los cinco restaurantes que regentó por todo Madrid.
Mentiroso y Fabulador
Antes de convertirse en un criminal el cocinero ya era un mentiroso de primera: se inventaba premios y títulos que no tenía, como el del ganador al "Mejor cachopo de España "y el de "Mejor pulpo a feira." Hasta ese entonces no era nada dañino, hasta el verano de 2018 cuando hubo un pequeño incendio en su local que hizo que se descubriese una maleta que contenía el torso de una mujer que no tenía cabeza, brazos, piernas, ni prótesis mamarias para evitar que se la pudiese identificar. Sin embargo, la policía se puso muy pronto tras la pista del sospechoso, el hombre que tenía alquilado ese local, César, y se identificó ese torso como el de su pareja, Heidi, una joven hondureña de veinticinco años. Román fue detenido meses después en Zaragoza. Había huido hasta allí con una nueva identidad, había cambiado su aspecto, pero la dueña del restaurante donde trabajaba como cocinero lo reconoció y avisó a la Policía.
El juicio
El juicio fue celebrado en 2021 y la presidenta del tribunal le ofreció, como establece la ley, la posibilidad de un último turno de palabra y César empezó recordando a su abuela y siguió hablando durante setenta y cinco minutos, siendo uno de los últimos turnos de palabra más extensos. Contó que Heidi había llegado a España huyendo de la mara Salvatrucha y que se dedicaba al tráfico de drogas y atribuyó su crimen a una mafia policial que le reclamaba doce kilos de cocaína y nueve mil euros. Además, en él puso en cuestión que el cuerpo hallado en la nave fuese el de Heidi aunque hubiera una prueba de ADN que lo confirmó. Respecto a su huida, contó que huyó a Zaragoza porque pensaba que la mafia policial que mató a Heidi iba a perseguirle a él también y que le habían amenazado en la cárcel para que no desvelase el nombre de un supuesto comisario que le preguntó por el paradero de la droga.
Todas estas historias no le sirvieron de nada, porque fue declarado culpable por el jurado y sentenciado a quince años por homicidio. En ese juicio no se halló el resto del cuerpo de Heidi ni tampoco, la mecánica de la muerte.
¿Qué hace ahora César Román?
Román sigue en prisión y desde allí participó en una serie de tres capítulos de Netflix, para la que dio una entrevista desde la cárcel, algo completamente ilegal, pero él se las apañó para grabarse con un teléfono móvil. Casi simultáneamente al estreno de la serie, César Román envió dos cartas a las Audiencia Provincial de Madrid en las que reconocía por primera vez la autoría del crimen, pese a que en la serie que se emitía en ese momento seguía proclamando su inocencia, pero sin dejar de lado a su ego.
Las cartas, la solución al caso
César Román es un aficionado a enviar cartas, incluso antes de las enviadas a la Audiencia Provincial. Y no ha sido de otra manera que mediante una carta, sólo hace un par de semanas, ha revelado que el motivo de su muerte fue el desencadenante de una discusión con un disparo accidental. En ella, también cuenta por primera vez y a pleno detalle el lugar dónde yacen los restos mortales de Heidi: en un paraje de Carranque, en Toledo, junto un río y un parque de vestigios arqueológicos.
La policía, buscará el cuerpo cuando el suelo se seque, porque el geo radar que utilizarán para ver si ha habido alteraciones en el terreno no funciona correctamente con barro. Hasta ese entonces veremos si esta vez el cachopo dice la verdad.