EL GALLO ZUMBÓN

Antonio Lucas: "Quiero hacer llegar mi solidaridad a ese preso que ha compartido celda con Jordi Sánchez"

Quiero hacer llegar mi solidaridad a ese preso que ha compartido celda con el presidente de la Asamblea Nacional de Cataluña, Jordi Sánchez, en la cárcel de Soto del Real.

Antonio Lucas | @Antoniolucas75

Madrid | 30.10.2017 08:19

Un recluso que después de soportar un par de semanas al nuevo compañero de trena ha pedido auxilio al director de la prisión para que lo cambien de módulo. Alega que este Jordi es insoportable, que no para de dar la matraca con el independentismo y que ya, por favor, que ya. Imagino a ese hombre como a los náufragos que dibuja Forges, siempre al borde de la desesperación y sin poder escapar. Estar en la cárcel ya es suficiente castigo como para que te toque en la litera de arriba un indepe de los abducidos por la causa y al que imagino dando vueltas todo el día por los 20 metros de la celda alabando las bondades de la república que no va a ser.

He leído y escuchado algunas historias carcelarias, pero nunca una en la que un preso clamase piedad por el coñazo que le asesta un compañero. El placaje emocional al que te puede someter un iluminado del independentismo ciego debería estar tipificado como un motivo atenuante de condena. Igual que un concierto de Bob Geldof. No debe de ser muy distinto este calvario al de aquellos detenidos en Guantánamo a los que torturaban sometiéndolos a interrogatorios interminables con la banda sonora de Barrio Sésamo de fondo. La agonía del preso que pide cambio por la paranoia sónica de Jordi Sánchez es la de muchos de los que, en la calle, también sentimos una bajada de los niveles de ánimo ante el discurso catatónico de los independentistas de molde.

Yo, más modestamente, me pido cambiar de canal y desintoxicarme de tanta palabra farfullera. Ahora que Puigdemont los ha arrojado al foso con desenvuelta idiocia, sólo les queda el deterioro de la pesadez. A esta hora, con los ojos a lo Santa Teresa en su hora de éxtasis, imagino a Jordi Sánchez repitiendo mil veces los eslóganes indepes sin saber que está encarcelado en nombre de una ficción de la que lleva tanto tiempo haciendo spoilers que le han tenido que cambiar el final. Lo dicho: ese preso que pide auxilio también somos nosotros. Hasta la próxima.