El monólogo de Alsina: Aquí empezó a escribirse la Constitución
Les voy a decir una cosa.
Que hace mucho tiempo que hace tiempo que quería preguntarles: la cañaílla se come con un palillo, ¿no? Se cuece, se enfría y se jama.
Y ustedes, aunque no estén cocidos (espero) también son cañaíllas. Cañaíllas y cañaíllos, jóvenes y jóvenas. Oiga, tienen ustedes el gentilicio más raro de toda España. Dices: no, si “cañaíllas” es como nos llamamos nosotros a nosotros mismos, pero el genticilio, en realidad, no es ese. Será sanfernandino.
No, isleño. Esta es la isla de León. Interesante este afán que demostráis por confundir al visitante para que se interese por vuestra historia. Que es bien interesante la historia de San Fernando, cuna de Camarón (Camarón...de la isla), de la Niña Pastori, de Sara Baras y de Pepe Oneto. (Los dos, el cocinero y el nuestro).
Bueno, y es la cuna de Madonna, que esto es menos conocido pero también nació aquí, dedicó a esta ciudad su canción “La isla bonita”. Manolo Escobar no era de aquí, pero estoy seguro de que no le habría importado serlo. (Gran tipo, Manolo Escobar, ochenta y dos años. Nació cuando la República, a de cosas que habrá visto en sus ochenta y dos años).
Autor de ese himno nacional conletra que es el Viva España, que primero cantaron los emigrantes y luego, los seguidores de la selección. El Viva España. El Porrompompero . Mi carro me lo robaron. Dices: vale que las letras no eran muy comprometidas, pero este hombre arrasaba, fue una enorme estrella. Paradigma de una época de España, porque empezó de peón de albañil, o sea, en el ladrillo. Y luego consiguió lo que tantos otros españoles de su tiempo soñaron: casarse con una alemana e irse a vivir a Benidorm.
Cañaíllas, isleños, vecinos de Chiclana, de Rota, del Puerto, de Puerto Real, de Cádiz, de toda la bahía, os agradezco mucho que hayais venido a ver La Brújula en lugar de iros al Bahia Sur. Hoy tenemos un programa apretadito. Hay muchas cosas. Ha habido huelga general en la educación, otro día memorable para el ministro José Ignacio Wert. Este hombre es como el calvo de la lotería, siempre le toca.
Hoy estaban convocados a la huelga casi todos, porque la han convocado los sindicatos que representan a los profesores (de pública y concertada), las asociaciones de estudiantes y una de las organizaciones de padres, la Ceapa. Por eso se le llama huelga general aunque, en rigor, huelga, huelga lahacen los docentes, los empleados; los estudiantes lo que hacen es no ir a clase y los padres de alumnos, apoyarles. Hoy ha habido muchas familias (igual alguna de las vuestras) en las que todos han hecho huelga: la madre, porque es maestra; el hijo, porque es estudiante; y el padre, porque es padre. El problema es saber cuántas de esas familias ha habido, o cómo de grande ha sido la huelga. A ojo, que es como se hacen estos cálculos, los estudiantes han hecho más huelga que los profesores. Y más en la universidad que en la secundaria.
Entre los profesores, media entrada en la pública y poco seguimiento en la concertada. Los convocantes dicen ‘éxito’, el ministerio dice ‘fracaso’. El ministro Wert, en todo caso, se afianza como el que más huella deja de todo el gabinete. Siempre hay alguien acordándose de él. Ayer le preguntaron en televisión si se le ha endurecido la piel y dijo: “Comparada con la mía, un elefante tiene la piel de Jane Fonda a los cuarenta años”. Subráyese el grado de elaboración de la respuesta. La piel del elefante comparada con la de Jane Fonda, la reina del fitness. Ojo, los elefantes de Botsuana también estaban muy orgullosos de su piel hasta que apareció don Juan Carlos con la escopeta.
Más: hoy ha salido la EPA. La EPA ya sabéis que es esta encuesta que se hace para saber cuánto paro tenemos. La impresión que te cause la EPA depende de dos cosas: una, el dato; la otra, si estás en el gobierno o en la oposición. Si estás en el gobierno, a poco que baje el paro te parece una enormidad. Un parado y medio menos, ésta es la prueba de que crecemos. Si estás en la oposición, por mucho que baje siempre te va a parecer poco. Tres millones de parados menos; ya, pero aún quedan otros tres, y hay menos afiliaciones que el tercer trimestre del último año impar que hubo antes de un año bisiesto. Peor entonces, la EPA de hoy ¿ha sido buena o mala? Buena, una EPA nunca es porque refleja personas que queriendo trabajar no consiguen hacerlo.
Sean muchos o pocos nunca es bueno. Lo que pasa es que, al final, lo que miramos todos es la comparación: hay más o menos que antes. Esta EPA de hoy, vista así, es menos mala que las anteriores. Hay menos parados que el trimestre anterior y ojo, menos personas en situación de trabajar, que eso es lo que se llama la “población activa”
¿Cuántos parados menos? 72.000. Setenta y dos mil de los casi seis millones que aún tenemos. ¿Cuántas personas menos buscando empleo? 33.000. Entre ellos, los que se han marchado a otros países a buscarse la vida. Seguro que vosotros también conocéis a alguno. Y como España es un país de tener que andar siempre tomando partido en un bando, si hoy pones el acento en que ha bajado el paro te dirán: ah, tú eres del gobierno; mientras que si pones el acento en la temporalidad o en los datos desestacionalizados, lo que te dicen es tú estás con la oposición.
Somos muy de quererlo dividir todo en dos clases: de derechas, de izquierdas. No sólo a la gente. Somos un país fascinante para eso. Hemos conseguido cosas verdaderamente asombrosas que en otros países no se le ocurrirían a nadie.
- ·Aquí una central nuclear es de derechas. Mientras que un molino de viento es de izquierdas.
- ·De izquierdas, el coche eléctrico. De derechas, el todoterreno.
- ·En España hemos conseguido que los trasvases sean de derechas y las desaladoras, de izquierdas.
- ·¿Los casinos? Muy de derechas. ¿El cine español? Puff,la zeja
- Somos especialistas en reducir las cosas al absurdo.
- ·De derechas son los toros. De izquierdas el teatro experimental.
- ·De derechas, el ladrillo. De izquierdas, la agricultura ecológica.
- ·Si dudas del calentamiento de la tierra, ¡vas a ser un poco de derechas! Si dudas de que el sistema de pensiones pueda hacer catacrak, tú eres muy de izquierdas.
- ·De derechas es hacerte un plan de pensiones. De izquierdas, montarle un pollo al director de tu sucursal como se le ocurra proponértelo.
-¿Pero tú me has visto a mi cara de hacerme un plan privado de pensiones?
-Si es que cuando te jubiles no vas a cobrar ná.
-Rubalcaba proveerá. Si sobrevive a Susana Díaz.
·De izquierdas es la educación para la ciudadanía. De derechas, los exámenes de reválida.
·De derechas, el puro; de izquierdas, prohibir fumar.
·De derechas es vivir obsesionado con que hay que recortar el déficit público. De izquierdas, saber que los especuladores quieren hundir España.
·Si te caen bien los ricos, tú eres de derechas. Si te cae bien Javier Sardá, ¡es que hay ricos y ricos!
·Si te gusta este Papa, vas a ser un poco de izquierdas. Si te gusta cualquier Papa, entonces eres de derechas.
·De derechas es bajar los impuestos. ¿Y subirlos? ¡También!
Es fascinante nuestra afición a clasificarlo y etiquetarlo todo. Hace doscientos años, aquí, en San Fernando, esa división era menos marcada porque aun estábamos con otra: patriotas y afrancesados. Habíamos dejado entrar a los franceses, con la excusa de que iban para Portugal, y se nos habían colado hasta la cocina. Y la última resistencia estuvo aquí.
En 1810, este teatro fue sede de las Cortes porque San Fernando era capital de España. Llegaban aquí los diputados procedentes de todas las regiones de España y de las provincias americanas. Nada más llegar preguntaban lo que pregunta un diputado: “dónde dan el iPad”. La gente le sorprendía que esos señores tan serios se encerraran todos los días en el Teatro Cómico. Creían que eran actores ensayando algún sainete. Pero no, lo que pusieron en pie fue obra tan sólida y tan monumental en la historia política de Europa como la Constitución de Cádiz, que para ser tan monumental y tan bien construida tardaron bastante menos en hacerla que el puente de la Pepa.
Aquí empezó a escribirse la Constitución. Y aquí empezó a certificarse la derrota napoleónica. Los franceses llegaron hasta Chiclana y Puerto Real. Miraban el mapa y decían: “ya no queda nada”. Y los gaditanos respondían:
“Hasta el rabo todo es toro”. Sólo les quedaba cruzar el puente o cruzar el caño. Y ahí fue donde el mariscal Víctor cometió su histórico error, del que todos aquí habéis oído hablar. Estaba el mariscal en su cuartel general pensando cómo llegar a San Fernando y, de pronto, viendo la luz, les dijo a los suyos: “Ya sé lo que vamos a hacer: esperaremos a que esté funcionando el tren-tranvía y así invadiremos San Fernando con más comodidad”.
Y claro, el asedio se eternizó, Napoleón acabó aburrido y ordenó que se volvieran todos los gabachos para casa, au revoir, au revoir. Lo que salvó España del francés fue el retraso de las obras del tranvía. Y gracias a la heroica resistencia de esta ciudad, y de Cádiz, los españoles seguimos siendo españoles en lugar de ser franceses. No sé yo si acertamos. A veces creo que si les hubiéramos dejado ganar, igual nos habría ido mejor. Cierto: en lugar de tortillita de camarones y patatas aliñás habríais comido paté y fondue, pero esto sería Francia. La libertad, la igualdad, la fraternidad. Las películas X, que habrían llegado treinta años antes. Y Rajoy sería francés. Podría ser ahora mismo el presidente de la República Francesa. Rajua. Y Montoro sería recaudador de impuestos en toda Francia.
¿Entendéis ahora por qué los franceses os estará siempre agradecidos por haberos resistido tanto? A vosotros, al caño de Sancti Petri, al puente Zuazo.
¡Gracias, San Fernando! ¡Gracias, Cádiz! Merci. Gracias, cañaíllas. Bienvenidos a La Brújula.