Marta García Aller: "Esta política de inmigración no es la solución"
Marta García Aller reflexiona en 'Más de uno' sobre el apoyo mayoritario de los líderes europeos al modelo migratorio de Giorgia Meloni con su plan de mandar inmigrantes a países fuera de las fronteras de la UE.
El debate sobre la inmigración que tuvo lugar ayer en el Consejo Europeo confirma que uno de los debates más importantes para el futuro de Europa es también el más inmaduro.
Ayer se confirmó que cada vez son más los países que están dispuestos a imitar a Meloni con su plan de mandar inmigrantes a Albania o a cualquier otro país fuera de las fronteras europeas. A 18.000 euros el billete. Habrá a quien le parezca mal darle a las familias inmigrantes que vienen a trabajar una beca de comedor pero quitárselos de encima por 18.000 euros le parezca ejemplarizante.
Lo que Meloni ha puesto en marcha esta semana, lo que cada vez más países europeos parecen dispuestos a copiarle es una operación de mucho marketing, ninguna humanidad y menos sentido. Es gastarse 250.000 euros para transportar a 16 personas en un barco militar de Lampedusa hasta Albania. 16. A Von der Layen le parece muy imaginativo.
Dice hoy Ángel Villarino en su crónica es una externalización óptica del problema. No lo soluciona, lo aleja. No es una política migratoria seria. Es una idea de bombero, apagando el fuego equivocado. Pero muy vistosa.
Por eso se está melonizando Europa. Por eso cada vez más países parecen dispuestos a copiar el plan de la primera ministra italiana y hasta considerar la Siria Basher Al Asad un destino seguro si hace falta. Copian la ilusión óptica.
El Gobierno de Países Bajos plantea enviar a los solicitantes de asilo africanos a Uganda. A Dinamarca les gusta la idea. Finlandia y Polonia ponen en cuestión el derecho de asilo. Ahí hay gobiernos que van de la extrema derecha a la socialdemocracia. No es una cuestión ideológica, sino de oportunismo político. Y mucha ceguera.
En realidad, las llegadas irregulares de solicitantes de asilo a la UE se han reducido en los últimos meses, también caen las llegadas por mar, según Frontex, más de un 40 %. ¿Qué es lo que sube? Sube el rédito político que da escenificar una mano dura contra la inmigración. La economía europea necesita más inmigrantes. La política gana votos prometiendo menos.
¿Moraleja?
Esta política de inmigración no es la solución.