Marta García Aller: "Contra la corrupción falta tomarse la transparencia a rajatabla"
Marta García Aller reflexiona sobre la modificación en el Congreso del procedimiento para comunicar las visitas "ajenas a la Cámara", una primera medida para prevenir la corrupción a raíz del 'caso Mediador'.
No vayamos a decir que no se toman medidas para prevenir la corrupción. Ya ha habido una institución que ha dado un paso. En vez de un email, sus señorías tendrán que enviar un Excel para recibir invitados en el Congreso de los Diputados.
A medida que ha ido creciendo el Caso Mediador, más conocido como el caso del Tito Berni, el de los puteros, para entendernos, la Cámara ha anunciado que modifica el procedimiento para las visitas. Según el sumario, el ex diputado socialista ya dimitido recibía empresarios canarios en el Congreso para hacerse fotos con ellos antes de llevárselos de fiesta. Era su manera de presumir de influencia. Aquí el salón de los Pasos Perdidos, aquí una mordida.
Y en medio de todo este lío, el Congreso anuncia ayer en una circular a todo el personal que modificaba el procedimiento para comunicar las visitas “ajenas a la Cámara”. En vez de una ristra de decenas de correos electrónicos al día, los servicios de seguridad del Congreso tendrán una única hoja de cálculo que les facilita el control de acceso.
El método de control no parece que se haya sofisticado demasiado, pero ya ha hecho más el Congreso por la transparencia con este gesto que los partidos. Porque el PSOE hasta ahora no ha hecho más que forzar la dimisión del Tito Berni y salir a prometer tolerancia cero contra la corrupción. Han desempolvado grandes clásicos como ese caso del que usted me habla y que no les consta. Pero de mecanismos para prevenir internamente que algo así se repita no han dicho ni mu. Y solo se reconoce lo que se va sabiendo.
Algo falla cuando cambiar un email por un Excel es lo mejor que tenemos como gesto de control. Y eso que desde la Cámara ni siquiera reconocen que esto tenga nada que ver con el Caso Mediador. Al menos cambiar una pila de correos por una simple hoja de cálculo no solo facilitará el control de seguridad a la Comisaría del Congreso, también será más fácil recopilar la lista de invitados de un imputado cada vez que la pida un juez.
¿Moraleja?
En vez del ‘no me consta’ y del ‘no sé de qué me habla’, contra la corrupción falta tomarse la transparencia a rajatabla.