Marta García Aller: "Absolver una agresión sexual porque no dura lo suficiente es una sentencia judicial indecente"
Marta García Aller reflexiona sobre la polémica en Italia por una sentencia judicial que no ve delito sexual en el tocamiento de un conserje de instituto a una menor porque duró menos de diez segundos.
Una alumna de 17 años subía las escaleras del instituto con una compañera cuando sintió que una mano le tocaba el culo por dentro de los pantalones y le agarraba la ropa interior. Cuando se giró para ver qué estaba pasando vio que el que le estaba metiendo mano era el conserje de su colegio, un hombre de 66 años que simplemente le dijo que estaba bromeando. Ella, claro, le denunció. Pero lo que ha pasado después tiene buena parte de Italia indignada. Porque esto ha pasado en Italia.
La Fiscalía de Roma había pedido una condena de prisión de tres años y medio para el conserje, pero acaba de ser absuelto de todos los cargos. No ve ningún delito sexual. Según el juez, lo ocurrido “no constituye delito”, atención, porque duró menos de diez segundos.
El fallo judicial utiliza la expresión ‘palpata breve’ (algo así como un toqueteo breve) y absuelve al hombre que tocó el culo de la menor sin su consentimiento, pese a que el agresor reconoció haberlo hecho. El juez ha entendido que, como dijo que era una broma, no tenía intención de molestarla.
La idea de que una agresión sexual deje de serlo porque no dure lo suficiente es algo difícil de entender. Imaginemos a un juez diciendo que un ladrón puede salir libre de todos sus cargos porque su atraco duró muy poco, casi nada; o que el que saltarse un semáforo o conducir borracho no es una infracción grave si es rapidísima; ¿y apuñalar en menos de diez segundos sería también un eximente? O el tráfico de drogas, qué sé yo, si el camello demuestra que es suficientemente rápido pasando la mercancía que el juez le dejara salir en libertad. No, no nos lo imaginamos. Con el cuerpo de una mujer tampoco deberíamos.
La indignación por este fallo judicial ha llevado a miles de personas a denunciarlo en redes sociales. Muchas jóvenes están grabando vídeos en señal de protesta en los que miran a la cámara en silencio mientras se tocan durante 10 segundos para dejar claro que diez segundos son una eternidad. Y que la clave para que sea delito no es cuánto dura la agresión, sino que su cuerpo es suyoy nadie debería tocarlo sin su consentimiento.
¿Moraleja?
Absolver una agresión sexual porque no dura lo suficiente es una sentencia judicial indecente.