#HistoriaD: La última renuncia de una princesa
En esta ocasión, Javier Cancho habla de medicina, chismes, chamanismo y jardines reales después de que la princesa noruega Marta Luisa haya renunciado a sus funciones en la Familia Real para dedicarse a la medicina alternativa con su novio, que es chamán.
La princesa anunció su noviazgo con el chamán por Instagram. En un tiempo anterior a estos recientes alternativismos, la princesa exploró alternativas menos espirituales, más prosaicas. Porque antes de que se echase un novio hechicero, antes, estuvo casada.
La princesa contrajo matrimonio con un escritor llamado Ari Bhen. Un día, aquel escritor, 14 años después de su boda, asistió a una cena con celebridades de allí de Noruega, y allí coincidió con Marna Haugen, una bloguera nórdica con éxito en su país. El yerno de los reyes se mostró -digamos- especialmente atento con Marna y, al finalizar la cena, en los trajines de la madrugada, el yerno y la bloguera se hicieron unos retraticos en un fotomatón mientras el marido de la princesa hundía su cabeza en los pechos de Marna.
La bloguera publicó una foto en las redes sociales, con un comentario por si la imagen no tuviera suficiente elocuencia: "¡Qué fotos más excitantes...!" escribió.
El escritor reveló en alguna ocasión que mantenía una relación abierta con su esposa, la primogénita del rey. Para dar más contexto a esta historia, convendría recordar que cuando la princesa nació, en Noruega estaba la ley sálica, por eso ella es la cuarta en la línea de sucesión a pesar de ser mayor que su hermano pequeño y que sus sobrinos.
Con su esposa, Ari Bhen tenía una relación abierta. Sin embargo, con una parte considerable de la corte la relación del escritor estaba bloqueda. El marido de la princesa primogénita contó que estaba harto de tener que ir siempre con cuidado, harto de la mentalidad que ensalza la mediocridad. Finalmente, en agosto de 2016, se anunció la separación.
Un tiempo después, Ari Bhen, el ex marido de la hija del rey, aparecía muerto un día de Navidad. Técnicamente no tuvo una noche buena.
Ahora, dos años y once meses después de la luctuosa noticia, la princesa Marta Luisa renuncia a sus deberes reales, para trabajar con su prometido el chamán. El novio es algo así como un gurú espiritual que ha promovido lo que él llama prácticas médicas, que en realidad son comportamientos que carecen de un sustento científico. Este sujeto, con millones de seguidores en Instagram, sostiene que el cáncer es una elección.
En estas alternativas anda la princesa, que -no obstantemantendrá su título, tendrá título de princesa aunque no tenga deberes como alteza. El rey Harald de Noruega ha descrito al novio de su hija como un gran hombre. Y ha añadido que han acordado no estar de acuerdo. Es la quintaesencia del consenso. Acordar no estar de acuerdo. La quintaesencia del alternativismo ya lleva practicándola la princesa Marta Luisa desde hace algunos años.
La princesa quiso crear una escuela para ayudar a las personas a ponerse en contacto con sus ángeles. El cupido que llenó de flechas el corazón de la princesa la ha enamorado de un tipo que ha sido acusado de charlatán, estafador y un teórico de la conspiración con bastante público.
El gurú se describe a sí mismo como un chamán de sexta generación, por tanto, él también se siente parte de una estirpe distinguida. Ha llegado a decir qué él es un resucitado entre los muertos. El chamán podrá ser un rarete del que desconfiamos sin paliativos; pero, ero no es el más el tonto del universo.
El chamán, novio de la princesa noruega, vende un amuleto, en todo el orbe, por internet, un amuleto al que ha llamado Optimizador de espíritu. Lo vende a un precio de 222 dólares.