El teniente de alcalde de Lleida, Sergi Talamonte, reconoce en Más de uno que el segundo confinamiento fue un palo muy duro pero que los datos diarios de contagios cada vez son más bajos y es fruto de la concienciación de la población.
Explica que a principios de esta semana las medidas de restricción de aforo se suavizaron pero pide prudencia y no bajar la guardia.
El teniente de alcalde dice que la gente no estaba preparada para un rebrote de coronavirus en pleno verano. Espera mantener el equilibrio que están consiguiendo todo lo que queda de verano y de crisis sanitaria.