Madrid |
El devastador incendio en un edificio de viviendas de catorce plantas en Valencia ha causado, por el momento, cuatro muertos y veinte personas desaparecidas. El fuego comenzó sobre las cinco y media de la tarde en un inmueble del barrio de Campanar que terminó de construirse en 2009 y se propagó rápidamente a otro bloque anexo.
Debido a las fuertes rachas de viento y a los materiales ignífugos en su fachada, en apenas media hora el fuego se propagó por todo el edificio. La velocidad a que se extendió el incendio se lo puso muy complicado a los bomberos que, con todo, lograron rescatar a algunos de los atrapados.
Durante toda la noche los bomberos han trabajado para tratar de extinguir el fuego, enfriar el edificio y asegurar su estructura para poder entrar a examinar todos los pisos y buscar a los desaparecidos. El trabajo que tienen todas las administraciones por delante después del trágico incendio pasa por ayudar a los afectados y revisar qué ocurre con edificios que tengan un revestimiento similar al del incendiado.
En mitad de la tragedia, el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, informa de una buena noticia. De las quince personas atendidas, aunque siguen seis ingresadas, "no corre peligro la vida de ninguna".
Además, un bombero y ocho civiles ya han sido dados de alta y el SAMU de urgencia que había sido instalado junto al edificio ya ha sido desinstalado. A pesar de esto, "la ciudad entera está absolutamente conmocionada ante lo sucedido", declara.
Por el momento, "la espera es agónica, porque hasta que no haya un mínimo de seguridad, los bomberos no pueden entrar al edificio", informa Mazón.
Así, las comprobaciones que se están realizando se están haciendo por medios aéreos, como drones, desde el exterior, los cuales han visualizado cuatro cadáveres todavía sin identificar.
A estas horas de la mañana sigue habiendo veinte personas desaparecidas y sus familiares van perdiendo la esperanza. En este sentido, admite que "las posibilidades [de encontrarles con vida] son remotas", algo confirmado "por los propios efectivos" de rescate.
En estos momentos ni siquiera los bomberos pueden adelantar a qué hora podrán acceder al edificio. Incluso se baraja que no puedan entrar hasta esta tarde y que a lo largo de la mañana continúen enfriando la estructura para acceder con un mínimo nivel de seguridad. Llegados a este punto, "la prioridad es que no se pongan más vidas en riesgo", sostiene el presidente valenciano.
Otra buena noticia es que no sólo no ha habido un colapso total del edificio, sino que tampoco ha habido derrumbes parciales. Por el momento, "parece que el edificio enfría bien", pero el presidente valenciano es incapaz de adelantar a qué hora podrán entrar los bomberos.
Ante este panorama, Mazón es consciente de que "la mayor angustia es la larga espera", sobre todo, para los familiares de los desaparecidos.
Después de la magnitud de esta tragedia, será preciso realizar estudios para ver si hay otros edificios que tuvieran que ser sometidos a revisión e incluso a sustitución de materiales.
"Son materiales que hoy no se pondrían, pero que en su momento cumplían con todos los requisitos legales correspondientes", explica Mazón. Se trata de materiales "muy beneficiosos para el aislamiento térmico, pero no para el ignífugo, como desgraciadamente hemos visto.
En orden de prioridad, lo importante ahora es que los bomberos puedan entrar en el edificio. Después, accederá la policía científica para dictaminar el origen real del incendio.
Con todo, Mazón es consciente de que las autoridades tendrán que revisar numerosos edificios para que algo similar no vuelva a ocurrir: "es una reflexión que vamos a tener que hacer cuando tengamos los datos precisos, sin ningún género de dudas".