Agricultores y transportistas españoles exigen que "se garantice la libre circulación" en Francia
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC) niegan que exista una competencia desleal con los productos españoles y piden ser recompensados por los daños económicos.
Madrid |
Los agricultores franceses tienen anunciada para hoy una nueva protesta que pretende bloquear los accesos a París "por tiempo indefinido". Por su parte, el gobierno galo ha movilizado a 15.000 gendarmes para evitar el bloqueo de la capital y asegura que hará lo posible para evitar que camiones con productos extranjeros sean asaltados.
El primer ministro francés, Gabriel Attal, ha anunciado medidas adicionales para responder a las demandas de los agricultores, quienes se quejan, entre otras cosas, de una "competencia desleal" por parte de agricultores extranjeros que venden sus productos en Francia y señalan a España e Italia.
El secretario general de COAG (Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos) y agricultor hortícola en Lorca, Miguel Padilla, niega que en España las exigencias sanitarias sobre la agricultura sean más laxas y considera "indignantes" esas declaraciones.
"La agricultura es de los pocos sectores que tiene una política agraria común y, por tanto, en los veintisiete países las legislaciones son exactamente igual para agricultura como para ganadería", explica Padilla en 'Más de uno'.
Problema de competencia desleal con países de fuera de la UE
A pesar de estar en contra de esta protesta, comprende las motivaciones y exigencias de los agricultores franceses porque hay "una problemática de competencia desleal con países de fuera de la Unión Europea", los cuales no tienen una "normativa tan rigurosa" en relación al impacto medioambiental.
Derivado del pacto verde ahora hay una serie de normativas medioambientales que "va a hacer casi imposible la actividad agraria", y el cumplimiento de esos objetivos producirá un aumento del coste y una merma en la producción.
"La mayor parte de las reivindicaciones las compartimos porque son la misma problemática", dice Padilla haciendo referencia a Marruecos, "un país que tiene con la UE un tratado muy beneficioso".
"Lunes negro" para los transportistas
Por otro lado, esta crisis está afectando a camioneros y transportistas. Se calcula que, desde el miércoles, más de 60 camiones españoles han sido atacados por agricultores franceses.
El vicepresidente de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (ASTIC), Ramón Valdivia, informa de que desde primera hora de la madrugada se están produciendo cortes en la red francesa de carreteras. Después de las protestas sufridas la semana pasada, "este lunes se anunció un lunes negro y tiene todo el aspecto de que así va a ser".
La mitad de los camiones tienen otros destinos que no son Francia
De todos los camiones españoles que salen de la frontera -más de 10.000 al día de media- hacia Europa, "la mitad van a Francia, pero la otra mitad no", matiza a la vez que critica que, a pesar de ello, "se bloquean la carreteras y ha ido subiendo la intensidad y agresividad".
"Se descargan camiones que llevan productos hortofrutícolas, se desparrama la mercancía y se llega a quemar", dice Valdivia haciendo referencia a algunos vídeos grabados.
"Los agricultores franceses tienen obsesión con el producto español"
Efectivamente, hay un componente que ya es tradicional; "los agricultores franceses tienen cierta obsesión con el producto español". Dicen que les hace competencia desleal, aunque no es cierto.
Las autoridades francesas tienen instrucción a la policía para proteger al conductor y evitar problemas físicos en los enfrentamientos. "Los nervios van subiendo y, tras tantas horas de espera y bloqueo, puede haber problemas", reconoce Valdivia Sin embargo, no están protegiendo la carga ni la libre circulación de las mercancías.
Piden al ministro Planas que proteja a los conductores
Por parte de ASTIC solicitan al ministro de Agricultura, Luis Planas, que "se proteja a los conductores profesionales y se garantice la libre circulación". Entre los daños el más perjudicado es el transportista pues cuando la mercancía es perecedera, el receptor puede negarse a recibirla.
Al final, "tenemos que establecer canales para que sea el gobierno francés, como responsable último de garantizar la circulación, el que responda de los inmensos daños que estamos sufriendo".