La joven paquistaní que estuvo a punto de ser asesinada por huir
Saba es una joven paquitaní, cuyo padre y tío quisieron matarla por huir. Su historia ha recibido el Oscar al mejor corto documental.
En Pakistán, más de 1.000 mujeres mueren al año asesinadas en los llamados crímenes de honor pero Saba Qaiser pudo salir con vida del ataque de su familia. Con 18 años se casó en 2014 con el hombre del que estaba enamorada y que había sido su prometido durante cuatro años. No contaba con el visto bueno de los suyos y tuvo que escapar.
Su padre y su tío lo consideraron una deshonra y la buscaron por el país hasta para vengarse. Y la encontraron. Después de llevársela a la fuerza la dispararon. Saba contaba desde el hospital que la primera bala le dio en la barbilla y en la mano la segunda. Su propio padre pensó que ya la habían matado. Pero Saba estaba sólo semiinconsciente cuando la metieron en un saco, que cerraron con cuerdas arrojaron al río.
El agua fría la despertó, pudo salir y llegó a una gasolinera donde pidió ayuda. La policía arrestó a su padre y a su tío, pero quedaron en libertad por la presión que hicieron para que la joven les perdonara oficialmente, algo que permite la ley paquistaní, aunque Sabá dice que en el fondo de su corazón nunca recibirán ese perdón.
Es la historia de una superviviente cuyo “impacto es tremendo”, dice Sharmeen Obai Chinoy, ya que cree que gracias a ella "se salvarán vidas y no puede haber un mejor premio que ese”. “Shami” agradecía así el Oscar al mejor corto documental que recibió por contar la vida de Saba en “Una joven en el río, el precio del perdón”. Las autoridades paquistaníes se plantean modificar la ley para que los asesinos de estos crímenes cumplan condena.