El monólogo de las ocho: "El PSOE confirma su mutación de apoyarse en el nacionalismo a muleta del nacionalismo"
Rafa Latorre reflexiona en su monólogo sobre la muerte de Navalny el último día de campaña de las elecciones gallegas.
Madrid |
Alexey Navalni ya murió una vez. Sólo que consiguieron revivirlo. Fue trasladado en coma hasta Alemania en un avión medicalizado desde un hospital en Siberia después de que sufriera un colapso. Había sido envenenado con Novichok. Era 2020. Vivió para continuar siendo perseguido por Vladimir Putin. El pasado mes de agosto fue condenado a 19 años de prisión por extremismo. En diciembre fue desplazado a una prisión apodada como "El lobo polar" y oficialmente llamada Colonia penal IK-3, en Siberia.
Hoy ha muerto. Se sintió indispuesto después de un paseo y los médicos intentaron reanimarle durante "más de 30 minutos". En Rusia hay una tasa altísima de muerte por oposición. Es una causa de muerte demasiado habitual en la Rusia de hoy, de manera que la diplomacia se ha sacudido las presunciones y señala a Vladimir Putin como el agente inductor de la liquidación de un hombre, Navalny, que también es un símbolo de la oposición al régimen.
El PSOE confirma su condición de muleta del nacionalismo en Galicia
Las caravanas electorales llegan hoy a su destino. Hoy cierra la campaña y el domingo los gallegoS irán a votar. O no. Y de esa decisión de acudir o no a las urnas dependerá quién gobierne la Xunta. Las mayorías absolutas de Feijóo llegaron con una participación bastante baja excepto la primera. Ahora que más determinante que la participación es la capacidad que tendrán los partidos alfa de maximizar el voto útil y los partidos alfa son en esta elecciones, el PP y el BNG. Que el PSOE confirma su condición de muleta del nacionalismo en Galicia. Su única aspiración es aportar los votos suficientes para que Ana Pontón sea presidenta. Lo cual no deja de ser un hito para un partido que antaño aspiraba a conquistar a la mayoría social y que hoy más bien se ha convertido en un antiproyecto.
Lo que sea menos que gobierne el PP. Y lo que sea es una posibilidad porque las encuestas que obran en las manos trémulas de los equipos de campaña indican que el resultado está abierto. Tan abierto, tan abierto… que puede haber un gobierno con mayoría absoluta del PP, un bipartito o un tripartito liderado por el nacionalismo o… quién sabe… si será un escaño del extravagante Jácome quien decida. Y ya la última posibilidad, que sean los 400ypicomil gallegos que residen en el extranjero los que decidan con su voto. Ya saben que la segunda provincia electoral de Galicia no es Pontevedra. Es Argentina.
Será el voto de los gallegos el que tendrá influencia sobre la política nacional
En cualquier caso, ojo, que igual hay un error de enfoque en esta campaña. Porque se ha hablado mucho de la cuestión nacional: indultos, amnistía… es probable que no sea la política nacional la que tiente influencia sobre el voto de los gallegos sino que será el voto de los gallegos el que tendrá influencia sobre la política nacional.
Porque aquí se juegan mucho los líderes nacionales, pero también España. Hoy dice Ignacio Peyro y dice muy bien que Galicia es muy importante para el estado anímico del centro derecha español porque es una comunidad bilingüe, nacionalidad histórica según la Constitución, donde no sólo ha conseguido una armonía identitaria sino que es hegemónico. Tanto que no hay duda de que va a gobernar. La incógnita es si será suficiente.
Por contra las elecciones en Galicia pueden dar paso a un experimento inédito. Que las tres comunidades históricas estén gobernadas por el nacionalismo. ¿Cómo afectaría eso al horizonte próximo de España? Hay quien preferiría no saberlo. Pero cabe pensar en que desencadenaría una primavera nacionalista. Toda vez el PSOE ha confirmado su mutación de apoyarse en el nacionalismo a muleta del nacionalismo.
En el PP la sensación es extraña. Porque puede que estén sufriendo la neurosis por lo ocurrido el 23J. O puede que el temor sea acertado… porque desde luego es real. Y entonces cabría preguntarse cómo es posible que el PP termine las campaña sin resuello cuando las empiezan con una expectativas desbordantes. Isabel Díaz Ayuso está volcada en Galicia, se ha convertido en el talismán de la campaña.
Ana Pontón ha ido creciendo y creciendo en sus expectativas sobre todo desde que toda la izquierda asumió el fracaso anticipado del candidato socialista y la hizo suya.
La de Gómez Besteiro sería una campaña declinante si alguna vez hubiera sido ilusionante. Pero no lo ha sido, porque desde el principio ha aspirado a dos cosas. A aportarle los suficientes escaños a Ana Pontón para que sea presidente y a no romper el suelo histórico del socialismo gallego que es el que pisa.
Y también en Santiago, Sumar ha desembarcado al tridente dirigente. Bueno en realidad al dúo dirigente Yolanda Díaz, Ernest Urtasun y con ellos Ada Colau. Juan de Sola, buenas tardes
Y recuerden que hay otros tres partidos con posibilidad de entrar en el parlamento gallego. son Vox, Podemos y Democracia Ourensana. De estos, es el último, el curioso artefacto del alcalde Jacome el que parece con más posibilidades a pesar de que seguro será el que menos votos tenga, porque se pregunta por una única provincia. Al comienzo de la elecciones se decía… mira que si al final es el voto de los emigrantes el que decide… Ahora lo que se dice es… mira que si es Jacomé el que decide…
Como les decía vamos a ir a Rusia porque ha muerto Navalny y nadie duda de que no ha sido de muerte natural sino más bien de esa causa de muerte tan terriblemente habitual en el régimen de Putin. Muerte por oposición. El pasado mes de agosto fue condenado a 19 años de prisión por extremismo. En diciembre fue desplazado a una prisión apodada como "El lobo polar" y oficialmente llamada Colonia penal IK-3, en Siberia.
Hoy ha muerto. Se sintió indispuesto después de un paseo y los médicos intentaron reanimarle durante "más de 30 minutos"
Las cancillerías de todo el mundo han recibido la noticia con consternación. Ha habido pocas presunciones. Quiero decir, que la diplomacia mundial se ha apresurado a señalar a Putin como la causa de muerte. Es que en Rusia hay una causa muy habitual de muerte, que es la muerte por oposición. Entre las reacciones diplomáticas, la más esperada era la de Joe Biden que ya ha hablado desde la Casa Blanca.