El cuaderno de Chapu: "Mucho desjudicializar la política, pero ¿qué hay de despolitizar la justicia?"

Traigo apuntado que sigue lloviendo en Madrid y baja la Gran Vía como si fuera el Tajo. Van los riders en canoa. El temporal concede al viandante un aspecto azaroso siempre a merced del roció del agua de los coches y paraguas roto en la papelera. Madrid es una naumaquia con taxis y porteros de señoriales portería que se llaman todos Fernando. Qué gusto da esta fantástica coreografía de estelas en los charcos, tipos con gabardinas que corren cruzando la calle, alcantarillas anegadas y bolsas en la cabeza.

Llueve sobre los coches, los niños que salen de los colegios llueve sobre el lamento de los barones que hablan con gesto lánguido, gotera en la encuesta de las autonómicas y pólvora mojada. Llueve sobre la lluvia. Y llueve sobre la decisión del Tribunal Constitucional de si permite o no colar en la reforma del código penal las enmiendas para modificar el funcionamiento del CGPJ.

Después vendrá Pepe Félix Tezanos a decirnos que la acción del Gobierno nos encantó. Oh, Sánchez, nadador de charcos y cruzador de Rubicones, para favorecer a los independentistas, propone eliminar la sedición, la malversación y meterle mano a la judicatura. Ahora que me quiero acordar, en la metida de mano de Sánchez a los jueces también llueve sobre mojado. Reformar el consejo del Poder Judicial de tapadillo del tapadillo del tapadillo, quizás sea demasiado. Si te digo la verdad, mucho desjudicializar la política, pero ¿qué hay de despolitizar la justicia?

Hoy me acuerdo del principio de la Legislatura que con este diluvio ya parece el principio de los tiempos. Decían que Sánchez no podía romper nada, tranquilos, chicos, que tenemos los jueces. Eso o veremos mañana.